Inagotable debía ser la vida,
debía ser pero no lo es,
porque todo lo mágico se acaba agotando
y además, hemos nacido...para después, morir.
Vida nos la dieron en su momento
y recuerdo perfectamente el día
en que me dijeron por primera vez,
eres muy joven y tienes toda la vida por delante
y ahora, que han pasado casi 70 años,
la vida que tenía por delante
se ha quedado por detrás.
Ahora vivo de todas mis vivencias anteriores,
aunque alguna vivencia actual también me da vidilla,
ahora soy un compendio autobiográfico
y estoy lleno de anécdotas y viejas historias,
ahora miro al pasado y me digo
has vivido y mucho
y tendría que dar las gracias
por haber existido
y por haber luchado por un mundo mejor.
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