OTRA VIDA Y OTRA HISTORIA

 

Va siendo hora de que aquí me dejes. Que te olvides de mí, que pases página. Borra de tu dura mollera el nombre de Bruno o si te acuerdas de mi rostro, recíclalo y haz con él una diana. En fin, haz lo que quieras, pero olvídame. Hay millones de rostros que por ahí andan sueltos y muchos de ellos están necesitados de cariño y comprensión, que no es mi caso, aunque todo hay que decirlo, el cariño y la comprensión, nunca sobran y por ejemplo hoy, pueden ser mis invitados. Yo los invito con sumo gusto y comparto con ellos, mis grandes momentos estelares. Pero es hasta donde hoy llego y de ahí no paso. Puedo pasear al borde de un acantilado y observar la espuma de las olas y oír su ronco rugido, pero una cosa es tocar el cielo y otra es estar en él y yo puedo apreciar la belleza de un acantilado y otra muy distinta, es que me tire al vacío a través de él. Digamos que la vida es bella y yo soy el primero que lo piensa y que además, lo digo, pero eso no me lleva a pensar que no hay belleza en otra vida. Hasta puede haber más, sólo que será una belleza medida con otras dimensiones, con otra medida de tiempo, con otro espacio que ahora mismo no soy capaz de imaginar. Yo me imagino todo negro y porque me faltan todos esos parámetros que acabo de mencionar. ¿Habrá mar en la otra vida?, ¿habrá cielo y estrellas?, ¿los cuerpos serán cuerpos que se puedan tocar o serán cuerpos inanimados, etéreos y vaporosos?.

Dicen que siempre hay vida tras la vida, que la muerte es de ésta vida y no la de otra, que no sé si se llamará vida tras la muerte o vida con más vida. Hoy leí una especie de post que hablaba sobre el error y lo decía una psicopedagoga de las que te quieren vender la moto y para que acudas a su puta consulta. Como conclusión más o menos venía a decir, que todos cometemos errores y que el error nos hacer ser más humanos (más menos, decía eso). Y yo digo, el error nos hace ser mejores personas si sabemos aprender de él y porque sino apaga y vámonos. A mi no me educaron con el error, más bien lo contrario, me educaron en la certeza que tenían los mayores y que al pasar de los años, te diste cuenta que aquellas certezas que tenían los mayores, eran una mierda que ellos mismos se habían inventado. Sus creencias eran de color pastel y mucho creer en dios, pero que dios me perdone yo haré lo que mejor vaya para mis intereses. Pero se podían haber ahorrado todo el rollo patatero religioso y todo el sistema de pecado mortal o venial y cuantas horas hubríamos ganado si hubiéramos ido directamente al grano de la cuestión.

Yo me confieso como ateo o agnóstico, aunque ahora no sé muy bien en que se diferencian y por eso y por si las moscas, me declaro más ateo que otra cosa. Yo creo en mí y en mi sombra y porque ella siempre va conmigo. Creo que ésta vida es maravillosa pero que nos la han hecho tan corta que a veces me quedo atrapado más con la idea, de que es demasiado corta. Y eso me quita tiempo de disfrutar. Corta pero molona como diría el otro. Corta pero intensamente rica y en todos los sentidos. Corta pero sentida y si a eso le añades, los sentimientos, entonces ¿que más podría pedir?. Pues simplemente, otra vida tan intensa como la que he tenido, ni mejor ni peor, pero igual de intensa y apasionada.























No hay comentarios:

Publicar un comentario

YO HE SIDO MUCHAS COSAS Y A LA VEZ Y AL MISMO TIEMPO

Aquí estamos de nuevo, buscando cosas, rebuscando en otras, removiendo pasados y no dando un punto a ningún remordimiento. Le hecho hecho es...