Ahora estoy al quite
estoy eliminando cosas pesadas de mi mochila
cosas llenas de malas sombras
negras y oscuras
que pesan mucho más que las buenas
que estorban y ocupan espacio dentro de mi cerebro,
que en su día tuvieron su importancia
pero que al día de hoy están podridas y aburridas
y por permanecer en el mismo sitio durante tanto tiempo.
Yo podría deciros
que mi espacio es único y sagrado,
que dentro de él fabrico ideas
y cultivo mis pensamientos
y como si fueran flores de mi propio jardín.
Amo las plantas y las flores,
me encanta la fruta y los árboles
y soy feliz cuando veo la luna.
Con poca cosa me conformo,
un trozo de tierra
dos o tres plantas que trepen por mis piernas,
un par de árboles frutales cubiertos de flores
una sombra de parra
una bici apoyada en el pozo
y un bonito perro que mueve el rabo
cuando me ve y me siente.
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