AHORA...

 

Yo no espero nada que más de lo que espero. 

Es decir, 

espero solo parte de lo que siempre esperé,

un poco de reconocimiento,

otro poco de apoyo

una guinda de cariño

y un pastel de carne, amor y hueso.

Yo en mis tiempos 

esperaba demasiado de la vida

preciosos molinos de viento o de mareas

bellos atardeceres dorados

y amaneceres de oro y plata

y tardes satinadas por la bruma de mis días.

Pero la vida me fue enseñando

a esperar menos de todo,

los molinos fueron de viento y fuego

las mareas se marearon sobre si mismas

y algunos atardeceres fueron agrios y grises

y tal y como en esos momentos, 

era mi vida.

De todas formas

la hierba siguió creciendo

la lluvia siguió su curso

y mis ideas siguieron fluyendo

y ahora, mi vida es otra,

ahora no pido amor desmedido

y me consuelo

con algo de cariño

y acompañado de una sonrisa en tu boca.













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JULIO CORTÁZAR