Al principio de empezar a escribir este blog


 Al principio de empezar a escribir este blog, escribía por escribir, porque lo necesitaba, porque tenía que soltarlo y vomitarlo todo y porque me servía de terapia. Ahora, que han pasado como 12 años, hago balance y me digo: he escrito hasta la extenuación, casi no fallé ningún día a mi cita con la escritura. Está claro, que lo pude hacer mucho mejor y porque tenía margen de mejora y creo que en parte lo he hecho, pero aún así y todo, no me conformo. Quiero más y más y es que estoy dotado de una ambición ciega. Si me llega a ver mi madre me diría: Javier lo has intentado y te los ha currado como un jabato pero ¿dónde está la pasta por tanto trabajo?. Mi madre medía la ambición por la pasta y a más pasta más ambición y a más ambición más ascenso social y bueno y me supongo, que ella al final, se vería como la reina de la fiesta de la buena y pulcra sociedad de élite. Por tanto para ella, yo soy un puto fracasado que no tengo donde caerme muerto. Pero yo tengo que decirle que la pasta gansa es lo que me falta pero por lo demás, me considero una persona completa y no sé si mucho o poco, pero para pegar el pego puedo servir y valer. Pues si madre y ahora me dirijo a ella, soy muy ambicioso y lo puedo ser más y eso procuro cada día que va pasando y la verdad, es que no sé si me dará tiempo a darle un final digno y honrado a mi propia película que he hecho a lo largo de mi vida. Tengo mis dudas y porque cada año que pasa es subir un escalón más hacia el averno. 

Al cielo ya sé que no iré y tampoco me pasa nada por ello. Nací en el pecado y moriré ahogándome entre pecados. El tema del ahogamiento no me gusta un carajo y porque considero que después de la muerte oncológica, el sufrimiento que tiene que pasar el que se ahoga o se asfixia, debe ser terrible (he visto bastantes casos para hablar con plena propiedad). Prefiero morir de un infarto fulminante o por un accidente de tráfico y que en un segundo me lleve la muerte definitivamente. Tampoco me entusiasman los Ictus donde te quedas medio vivo y medio muerto y con una dependencia atroz hacia los más cercanos. Te limpiaran el culo, te cambiarán los pañales, te pasearán en la silla de ruedas y te darán de comer y de cenar y mientras esa baba grimosa te saldrá por la comisura de tu boca y para que te caiga directamente en el babero o en el mismo suelo.

Yo me describo como una buena persona e iba a decir, que no deseo el mal a nadie, pero esto no es verdad, yo tengo apuntada una buena ristra de gente y para que le pase lo peor. Gente, que no personas humanas y porque yo amo lo humano y su filosofía humanista. Todo lo humano lo respeto, pero a esas amebas que se disfrazan de humanos y para ello usan dos piernas y dos brazos, pero que en realidad son unos verdaderos hijos de puta, no las respeto ni las respetaré nunca. Yo, ante todo muestro mi dignidad humana y la enseño sin cortarme un pelo. No quiero besos de judas, ni abrazos que sean producto de la compasión.










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JULIO CORTÁZAR