La vida o mejor dicho, mi vida
ha mejorado como el vino viejo conservado en barrica de roble.
En una manera de decirlo
y porque en realidad tampoco ha mejorado tanto
y para ser justo del todo
mi vida ha mejorado en ciertos aspectos
y en otros ha empeorado.
En sentirme mejor persona, ha mejorado.
Pero en el amor, ha desaparecido,
ha desaparecido en el amor
y lo aclaro
y por si acaso alguien me siente muerto
y que tampoco pasaba nada,
pues si no es hoy, me moriré mañana o pasado
o dentro de 10 años.
Lógicamente yo siempre pido más,
más años, más vida,
más imaginación y ¿ porque no decirlo?, más pasta.
Me falta un mes para jubilarme definitivamente
y creo y aseguro
que me lo tengo más que merecido,
voy para 69 años y 5 meses
y casi ni puedo con mis huevos.
Llevo como un par de años
arrastrándome como una culebra por el suelo
mi cuerpo no se corresponde con mi alma,
mi alma es grande, inmensa y está llena de sentimientos
y en cambio mi cuerpo, es carne de cañón para los buitres
y esa gran diferencia me hace querer
sin poder ser lo que siempre he querido ser,
un ser completo con un alma extraordinaria
y con un cuerpo que rompa los límites de lo establecido
pero no se puede ser todo a la vez
por lo menos a estas edades donde domina lo más precario
y donde te vas conformando con otro día más en tu vida
y que cada noche la luna te sonría.
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