La verdad es que no sé
si me quedan dos telediarios
o si viviré otra década más.
Y por eso mismo
no hay que comerse la cabeza
y porque la muerte puede estar a la vuelta de la esquina
o ya me espera a la puerta de mi casa.
Todos queremos más
y nadie o casi nadie quiere morir
pero me parece que ante la muerte
no hay negociación posible
y por lo tanto no hay escapatoria.
Algunos ricos y millonarios
han intentado seguir jóvenes cuando su cuerpo se pudre
y de momento, no lo han conseguido
y por eso se hibernan dentro de cápsulas especiales
y con la esperanza de que quizá más adelante
se encuentre el secreto de la eterna juventud
y ellos lo que no saben o no quieren saber
es que lo muerto...muerto se queda
y una cosa es prolongar tu vida
y otra muy distinta,
es resucitar carne muerta y podrida.

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