No,
no me siento imprescindible,
ni único, ni extraordinario...
me siento persona y con eso me llega
y eso supone muchas cosas
supone asumir mis propias contradicciones
supone avanzar en cada día que pasa
supone hablar claro y decirlo a la cara
supone saber retroceder a tiempo
y darme cuenta que no soy un tío perfecto.
Tengo mis defectos
algunos vienen de fábrica
otros los fui adquiriendo por el camino
y muchos ni sé ni conozco su causa.
Y tengo mis virtudes
unas pocas evidentes con solo mirarme a la cara
otras están más escondidas pero con el roce acaban por dar la cara
y por último, tengo el gusto de haberte conocido
y seas quién seas siempre te estaré agradecido.

No hay comentarios:
Publicar un comentario