En la noche como en el día
circulan personas que extienden su maldad,
hay personas tóxicas que sueltan su polen malvado y envenenado
y hay algunas personas,
que se dan cuenta enseguida
y cogen de inmediato otro camino que lo aleje de esa maldad
y en cambio hay otras personas,
que pecan de cándidos
y porque piensan
que éste tipo de personas también son susceptibles de cambiar
y no señor,
nunca van a cambiar
y porque la toxicidad es una enfermedad incurable
que no tiene tratamiento y ni ahora ni nunca.
El tóxico no sabe funcionar sin su toxicidad,
sus ideas están impregnadas de ese veneno
sus pensamientos son dardos envenenados
y sus gestos son hipócritas y obscenos
y por un momento parecen que pueden cambiar
pero es un puto engaño que ellos utilizan
y para atraer a sus posibles víctimas.
El tóxico te habla
y parece que va arreglar el mundo
y suele pasar que tengan un encanto especial
y te engatusan y te envuelven en una pompa de jabón
y cuando estás dentro de ella
la imagen que tendrás del mundo
será como un sueño erótico pero lleno de toxicidad.

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