Hay sensaciones que serán mejores que otras, de eso no hay ninguna duda y para eso no hace falta tener una carrera. Pero también hay sensaciones malas y peores y alguna de éstas últimas, intentas guardarlas en el cajón de tu mesilla de noche y como yo no uso casi nunca ese cajón, mi verdadera intención es que allí se queden olvidadas entre telarañas y restos de papel. Pero claro, decir una cosa es fácil, pero a veces tienes la tentación de abrir dicho cajón y por la curiosidad te puede y porque es así de malsana. Y entonces un día o una noche abres el cajón y para ver con lo que encuentras y como siguen las cosas por los bajos fondos del cajón. Y ayer tuve esa curiosidad malsana y lo primero que me encontré fue una hoja escrita de una forma como tirando a descuidada y en el papel ponía, " mi peor sensación en ésta vida es haber ido siempre por detrás de los hechos y de las cosas" y está claro que esto lo había escrito cuando estaba pasando por un mal momento y porque sentía que siempre iba detrás de los acontecimientos y hechos personales y que sabía que ciertamente que tarde o temprano, me iban a pasar, pero que yo ante esas certezas evidentes y ciertas y hasta demostrables y como no me gustaban ni un pelo, agachaba mi cabeza y adoptaba la postura de avestruz. Durante épocas actué así, y puede que hasta fuera alguna década y hasta que me cansé de adoptar semejante postura tan incómoda o hasta que me dí cuenta que así nunca podría avanzar en ésta vida. Se puede retroceder y para volver a empezar y para coger carrerilla y para que después puedas un gran salto hacia delante, pero ponerse de perfil o esconder tu cabeza y para no ver la que te puede venir encima, no es ninguna alternativa a nada y es otra forma más de huir.
Yo me acuerdo que esa misma frase se la dije y un par de veces, a uno de mis hijos y porque yo observaba que se les estaba acumulando todos esos temas siempre pendientes. Y uno puede tener temas pendientes y porque sino no seríamos humanos y seríamos dioses, pero si vas acumulando y acumulando temas pendientes tendrás como resultado final, una gran bola de nieve que de cada vez se hará más grande y tan grande se hará, que llegará un día en que ese acúmulo de temas pendientes, se convertirá en una obsesión y una obsesión es un asunto demasiado delicado y complicado que hasta puede desembocar en una enfermedad mental. A mí en concreto me ha pasado varias veces a lo largo de mi vida y en todas esas veces, lo pasé fatal y porque no sabía ni por donde empezar a resolver las cosas. Tú ves un montón de problemas y que a su vez, se han ido enredando entre ellos y llegar al hilo del que tienes que tirar no es tan fácil. Pero es bueno saber que siempre hay hilo del que puedes tirar y porque entonces y a partir de ahí, todo irá funcionando en cadena. El problema es el gran engrudo que tienes formado dentro de tu cabeza y debes estudiar una táctica y tener una estrategia para poder llegar al fondo de la cuestión. Pensar y planificar y dar dos pasos y de nuevo comprobar como estás y así y poco a poco, irás ganando pequeñas batallas y hasta que fin llegues a la madre de todas las batallas y ese era tu objetivo estratégico.

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