¿ Cual es mi meta?,
será escribir y escribir hasta que me muera,
o simplemente hasta caer de puro agotamiento,
o hasta que un día reviente de un infarto.
Yo no lo sé,
pero mientras dure la faena,
yo seguiré enfrente del teclado,
y es que además me encanta la música de sus teclas,
sus sonidos huecos y como rebotan encima de la mesa,
me entusiasma ver las letras como se escriben,
como quedan tintadas en la pantalla,
como es su secuencia,
como se juntan y como se separan,
como después de una palabra queda un espacio,
como las frases se empaquetan en cadena.
Es maravilloso ver como juegan las letras,
como se intercalan y se sobreponen,
como se superponen y se preguntan:
cual letra es la siguiente, ahora a quién le toca,
juegan y juegan y juegan sólas,
yo sólo pongo las yemas de mis dedos,
las letras me obligan a poner orden,
a poner un punto y ahora una coma,
a poner paréntesis,o un interrogante,
yo soy mano de obra,
y ellas son las cabezas pensantes.
Así es la vida,
resulta que ahora yo soy,
esclavo de mis propias letras.
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