Lo que más temo de cuando oigo hablar de Pacto de Estado, es que éste se
produzca y se lleve a cabo. Cuando los sindicatos tienen prisa por
realizarlo, cuidado que algo se cuece. A que se debe sus prisas, ¿porqué
tienen esa necesidad de pactar? y ¿porqué tan de repente?.
Lo
que yo pienso, es que se encuentran en un callejón sin salida, pues dada
la situación actual se ven abocados a enfrentarse a la política del
Gobierno y por ende a la de Meckel y claro, no quedaría otra que verse
emplazados a convocar huelgas generales. Y ante ello tienen miedo, se
saben que no reúnen las fuerzas necesarias para ejercer ese poder, o sea
que la gente no les sigue y no les sigue porque están escaldados con
los Sindicatos.
Tantos años de compincheo con el Gobierno de
turno, tantas subvenciones millonarias que se fueron a través de los
bolsillos de sus cuadros sindicales, tanto trapicheo de favores a cambio
de apoyar determinadas reformas laborables, al final pasan factura y el
personal de a pie de esto no se olvida. Entonces se dan cuenta que si
por el camino del enfrentamiento no tienen las suficientes fuerzas, pues
cogen un camino secundario, pero un camino para ellos sumamente
necesario, necesario para recuperar su protagonismo social y entonces,
sacan de su manga la necesidad de un Pacto de Estado.
Y ¿porqué
me preocupa a mi tanto?. Pues porque un Pacto significa negociar y
negociar es ceder un poco y negociar en éstos momentos, es hacerlo con
las cartas ya marcadas, marcadas previamente por la política del
Gobierno ante la crisis y partir de ésta base ya impuesta, es difícil,
por no decir imposible, de plasmarla en objetivos comunes. Me temo y
mucho, que sobre la mesa está la carta ya marcada de como ir
solucionanado lo del paro. Y esto es muy loable, pero conozco el olor
del pescado cuando se pudre y éste Pacto se hará sobre que medidas tomar
para disminuir el paro. Y entre ellas habrá y estoy seguro de ello, la
de reducirlo a base de bajar los horarios de trabajo y por tanto reducir
los salarios, más aún de lo que actualmente están.
El
famoso salario alemán: menos horas, menos sueldos y más trabajadores y
todos con el denominador en común de ser todos pobres. Se pasará a una
película de miedo y de terror, donde estarán abolidos los derechos
laborales, aunque dejarán alguno como botón de muestra y para que los
Sindicatos digan que han conseguido algo y mientras la mayor bolsa de
pobres de toda la historia, con unos sueldos siempre inferiores a los
mil euros y todos mendigando y repartiéndonos la miseria y por cierto
bien calladitos y agradecidos, por eso de que por lo menos tendremos
trabajo.
Por favor señores: no pacten nada, porque estoy seguro
que si pactan yo y todos los trabajadores, vamos a estar peor que ahora.
Luchen y luchen más, pero luchen por tener derechos laborales, por
tener unos sueldos dignos y por ir solucionanado el paro, pero eso no se
consigue jodiendo a los trabajadores actuales, se consigue creando
empleo y reactivando éste economía de mierda y siempre con la premisa de
que los nuevos empleados tengan un salario digno y con todos sus
derechos, igual de digno que los que aún trabajamos hoy en día.
Cuidado, ¡¡¡¡porque viene el Lobo!!!!, el lobo disfrazado de cordero.

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