Yo no sé si todos lo `perciben así, así como yo lo percibí por primera vez hace unos años y desde esa no hago más que confirmarlo. Y es el tema del que viene de fuera y se queda a trabajar aquí y por el motivo que sea y en éste sentido, yo me siento incluido. Vamos a ver, aquí vienen peninsulares de todo tipo, andaluces, gallegos, asturianos y demás y en principio es eso, ellos vienen, pero vienen a una pequeña isla perdida en el Mediterráneo y entonces puede pasar dos cosas. Una que vengan porque están hasta los huevos de vivir en grandes ciudades o que estén hartos de su pueblo y vienen con una idea clara, se vienen al culo del mundo y a disfrutar de ello, estos señores no suelen ser molestos y se adaptan sencillamente a lo que hay, insisto ellos saben a lo que vienen. Y la otra es que vengan porque no les queda otra, es decir no tienen otro sitio en el que puedan currar y entonces ya no se viene de igual manera, pues es venir a la fuerza y el que viene forzado viene de mala gana y con una buena dosis de desprecio. Es decir como vienen al culo del mundo o ellos lo piensan así, vienen creciditos y suele pasar que están acomplejados hasta la médula.
Entonces ellos son los amos del cotarro y vienen aquí porque nos hacen un favor, pues ellos allí, de donde proceden, eran los mejores profesionales y allí se hacía así y esto ya lo vi allí, y todo es mejor allí que aquí. Estos personajes suelen tener la tendencia de engordar sus curriculum con mentiras burdas, y trabajaron muchos más años de los reales, pasaron por sitios que son mentira y sólo producto de su imaginación y vamos el mundo se les que quedó pequeño y por eso llegaron aquí. Es el complejo de superioridad, el que yo soy la hostia y vosotros unos paletos. Para mi destacan dos prototipos que por su número en la Isla destacan sobre los demás: los Mallorquines, que alguno viene, trabaja y sin más se va y se vuelve a su querida Isla y ya está. Pero otros muchos no funcionan así, muchos vienen a regañadientes y por que no les queda otro remedio, vamos que vienen para dar el salto o sea que Menorca le sirve de plataforma de paso para volver a su isla y con el puesto deseado. Es como un trampolín, sólo que para ellos el trampolín está en Alcatraz, léase Menorca. Y en Palma se hace así y nosotros ya vimos esto hace mucho tiempo, vamos vienen con aires de gran ciudad.
Después están los Catalanes y que también de todo hay. Los hay que viene aquí como podían estar allí o sea con sencillez y a disfrutar. Pero también los hay que vienen porque no les queda otra y entonces vienen de mala gana. A estos también y rápido se les el plumero, es decir se sienten como castigados por tener que venir a una de sus colonias malditas y una de ellas es Menorca, su pequeña isla allén de los mares. El imperio catalán lo llevan en sus venas y por tanto y poco a poco lo transmiten. En Catalunya se hace así y se organiza de ésta manera y donde va que lo llevamos haciendo,... Y no critico que se aporten datos o experiencias de allí, lo que critico es como se aportan, es decir con ese aire de superioridad o de prepotencia o como se llame. Me recuerdan a los madrileños cuando hace muchos años iban de veraneo a mi Galicia natal, que poco menos había que extenderles la alfombra roja y porque ellos venían de la capital y su obligación era despreciarnos como pobre paletos que éramos, pues aquí y ahora, pasa igual con los catalanes y no con todos, repito, y Menorca.
Bueno el que quiera entender lo que he dicho, que lo entienda sin más y el que no quiera entenderlo y tenga mala baba, pues que siga teniéndola, pues éstas letras no van con mala hostia, pues por suerte hay muchas excepciones a la regla y por tanto gente currante y sencilla, que sólo vienen a currar y a disfrutar y yo me siento incluido en estos últimos y en los que hay además muchos catalanes y mallorquines y legales como el que más. Pero hay otros que...

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