A VIRXEN DA BARCA

Yo sé que aún estoy muy lejos de gustarme, de gustarme en lo que escribo. De momento hay de todo, hay variación de gustos y de calidades, pero esa era mi primera intención, el escribir todo lo que vaya saliendo, sea bueno o sea malo y sin filtros y directamente en el blog. Por eso os ruego que me perdonéis algunos o los muchos fallos, pues como decían en la tele, es el problema de hacerlo en directo. Dicho esto, cambio de tercio y me busco en la caja de Pandora, esa caja donde tengo guardados todos mis pensamientos.

He encontrado uno o mejor dicho he encontrado muchos, pero estoy obligado a quedarme sólo con un pensamiento, por eso de no dispersar aún más. Y hoy me ha dolido especialmente el incendio del Santuario de a Virxen da Barca, allí en mi Galicia natal y en concreto en Muxía. Muy cercano tengo ese Santuario, pues el sitio era y es mágico, era como un símbolo delante del mar embravecido y ya sé que se puede decir que religioso, pero en Galica las cosas no funcionan de esa manera, se mezclan lo pagano y lo cristiano y eso sí, la Iglesia bautiza el sitio y es una forma de querer hacerlo suyo, pero que no siempre lo consiguen.

Pero tantos siglos de conviviencia entre lo pagano y cristiano, han creado una mezcla ideológica, así en éste Santuario cristiano y delante de él hay varias piedras o rocas que se le da una interpretación un tanto mágica. "A Pedra de Abalar", una piedra inmensa y lisa, que se apoya en tres puntos y cuando sopla el viento con fuerza, la piedra produce como una especie de silbido inmenso. También si se salta sobre ella y sobre el punto sin apoyo, produce un ronquido profundo y misterioso.

Bueno para los paganos, en los días de temporal la piedra se mueve y abala y eso significa que las almas que murieron en el mar, gritan y chillan sus penas, son almas en pena y que gritan desde el mar. La iglesia recogió la parte mágica y la transformó a su manera y dice que que hay otra piedra al lado, que es la barca y que ésta piedra es su vela y en esa barca llegó el Apóstol Santiago con la Virgen en sus manos y de allén de los mares.

Hay cerca otra piedra que se llama piedra dos Cadrís o piedra de de los riñones, pues tiene un agujero y por el cual has de pasar pero agachado y de ahí viene lo de los Cadrís. Pasas tres veces y pides tres deseos y que se cumplan o no ya no depende de ti, pero nadie se resiste a la tentación de pedirlos y sólo por si acaso. Como veis hay un Santuario cristiano y al que acuden muchos de sus fieles a rezar, pero rodeado de deseos mágicos y de almas en pena y todo esto suena mucho a Celta y por tanto a pagano. Lo dicho, es un enclave lleno de magia y donde la fuerzas de la naturaleza muestran sus fortalezas y sobre todo, el mar y el viento. Me he quedado apenado y noto como mi alma abala y sin necesidad de tener un temporal.

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JULIO CORTÁZAR