HORMIGAS Y RATAS

Es curioso las artes que se usan para aumentar audiencias, hay algunos vídeos que te obligan a compartir en el Facebook antes de poder mirarlos y yo sólo por eso me niego. O sea primero comparto y después trago lo que me echen, ya me llega con eso de ver algo y que después salga publicado. De todas formas el vídeo me importa una mierda y tengo muchas cosas más interesantes, que ver como un gilipollas echa aluminio líquido en un hormiguero y se cepilla a todas las hormigas y el tío saca conclusiones de la arquitectura del hormiguero.

Más que a las hormigas había que bañar en aluminio líquido a un buen montón de personajes y para que se quedaran tiesos para siempre. Ahora vino el discurso del Rey y todo dios apurándose a sacar conclusiones, que si bajó su audiencia, que si renovó el espíritu de la transición, que si lo hizo muy bien y tocó todos los palos o que dejó de tocar el de la corrupción. Vamos éste último me hace gracia, vamos como va a tocar su propio palo, si el TÍO es el rey de España y por tanto el Rey de la corruptela.

Vamos es como pedirle a los Bancos que hablen del banco malo, eso que es lo mismo que decir, el banco basura, pues los Bancos se apresuran a meter toda su mierda de inversiones inmobiliarias en ese banco y que pagamos entre todos. ¿Y el Gobierno se preocupa de controlar a los Bancos?, pues no dejemos escapar que los Bancos son los mejores representantes del capitalismo más voraz y agresivo y de los grandes monopolios y nunca y digo, nunca, nos devolverán la pasta que le dimos o que le dio el Gobierno en  nuestro nombre.

Que nadie se espere créditos fáciles o de bajo interés y de ayudas a los parados y aunque fuera para amortiguar un poco la  sangría a que nos sometieron, pues no señor, los Bancos son la avaricia superlativa y si tienen un lindo perrito que ladre por ellos, como tienen a éste Gobierno, que además de ladrar, muerde y se dedica a maltratarnos como bichos que sobramos. Pues en el fondo pasa eso, que para ellos no somos seres humanos, somos las ratas de su casa y entendiendo su casa como España, a las que hay que exterminar y sus diferencias se basan en el método de exterminio.

Los hay radicales tipo neocom y ¡viva el exterminio! y porqué sí y así me gusta y estos tiene debilidad por el mismo método que al que se le ocurrió echar aluminio líquido en el hormiguero, pues no quedan ni los niños o ratoncitos. Los hay un poco más suaves y meten raticidas que te van paralizando y así ya no protestas ni te molestas por nada, después el que te mueras es sólo una consecuencia natural, pues todos nos morimos, sólo que la plebe se morirá mucho antes y además en masa.

 Y por último los hay que te inculcan que la situación en que vivimos es culpa nuestra, pues porque un día compramos una tele de plasma y vivimos como reyes y fuera de nuestras posibilidades y tendremos que pagar tanto dispendio y estos nos piden, que seamos nosotros mismos los que nos tomemos el raticida. Por cierto y en éste caso el raticida está subvencionado por el propio Gobierno y sale gratis, sólo se tiene que acudir a la farmacia de guardia y no hace falta receta, la receta ya está hecha, ya está hecha desde hace mucho tiempo.

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JULIO CORTÁZAR