Llamar,llamar a mi puerta,
llamar y llamar con fuerza,
y sin compasión y sin miedo,
pues yo os lo ruego,
y no os lo imploro,
porque yo no imploro nada,
yo sólo digo lo que pienso,
y pienso que a veces me pierdo,
y si me pierdo no me encuentro,
ni me reconozco como persona,
y es que a veces no sé si soy yo,
o si soy mi otro yo,
mi otro yo escondido,
o mi yo oscuro,
y entonces reclamo y grito,
y lloro entre mis suspiros,
y ruego que alguien venga y me salve,
y me salve del tormento en que me encuentro.
No pido nada más,
no pido que nadie me recoja,
ni siquiera pido unas palabras de consuelo,
sólo pido compañía muda,
y la presencia de un alma que esté dolida,
y tan dolida como la mía,
y no quiero compasión,
ni solidaridad de ¡ay que lástima!,
sólo quiero ver que aparte de mi,
hay alguien más,
alguien más que sufre,
y al mismo tiempo vive,
que sufre y vive,
y vive y sufre,
yo quiero un alma con dos partes,
y dos partes que luchen por ser alguien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario