Yo tengo más causas perdidas que ganadas y supongo que esto no sólo me pasa a mí, que nos pasa a todos. Si uno hace balance de su vida, verá que por cada mil batallas perdidas, ha ganado sólo una. Ahora sí, esa una, puede ser más importante que las mil perdidas o por lo menos debía serlo, porque sino es mejor cerrar el chiringuito e irse directamente a la mierda y no preocuparos, que la mierda siempre tiene la puerta abierta. Una sola victoria, puede ser la hostia y más después de llevar palos por todos lados.Pero ahí estamos nosotros y como ave fénix resurgimos de las cenizas y la victoria más pírrica, puede ser la más grande. Son auto compensaciones que nos damos y nos concedemos, porque si realmente fuéramos objetivos, más valdría no haber nacido. Pero ahí está la magia, la magia de las cosas, ahí no hay quién nos gane, en imaginación, en ilusión y en amar y querer las cosas. La magia es la que nos dota del poder transformar las cosas y lo que era malo y perverso, de repente se convierte en algo bueno.
Como se decía, todo depende del momento en que te encuentres y entonces no todo depende de los hechos y eso explica muchas cosas, explica que el mismo hecho objetivo a veces nos haga mucho daño y en cambio en otras, nos reímos de ello. Y esa es la magia que llevamos dentro, es la misma magia que cambia las cosas y las sensaciones. Como veis somos seres mágicos y ese don lo tenemos todos, sólo queda saber como utilizarlo y cuando y como debemos acudir a él. Pues pasa como todo, si lo usamos en exceso nos perderemos en nuestra propia magia y la vuelta a la realidad, será una tarea ardua y dolorosa.A veces es difícil salir del agujero en que estás inmerso y no paras de darle vueltas de como salir de él y cuantas más vueltas, más te pierdes y entonces el mejor método es intentar relajarte y olvidarte lo más posible y a veces, que no siempre, cuando te das cuenta ya estás fuera de él y vivito y coleando. Y entonces por el medio, ¿que fuerza actuó?, pues la fuerza mágica del instinto, esa fuerza que nunca entenderemos ni sabremos que es, pero que sí sabemos, que está ahí, que está con nosotros y que es parte de nuestros desvelos. ¡La magia siempre está con nosotros! y como diría el otro, y con tu espíritu.
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