Se me agolpa todo, y todo se me apelmaza,
se me agolpan las cosas que veo,
y las que toco y las que siento,
se me agolpan los recuerdos,
y se me mezclan con los sueños,
se me agolpa tú cara, tus pechos,
tú risa, tus labios,
y al mismo tiempo,
se me agolpan los paisajes, las fotos,
las playas y los ríos,
y tú cara se diluye entre naranjos y azahares,
y tus pechos los confundo con el olor de los pinos,
y tus piernas, ¿son piernas o son brazos?,
o son tu tesoro escondido,
todo se mezcla y se enreda,
y todo es una bomba de relojería,
y que al final explota,
y explota de lo insoportable que se hace.
Se me agolpa todo lo que siento,
y es tanto, que no me cabe dentro,
se me agolpan los tres mares,
los tres mares que conozco,
y se me agolpan allí, justo allí,
en tú manantial de aguas cristalinas,
y se me mezclan tus olores,
tus olores y los míos,
entre tus perfumes de mujer,
y el perfume de los dioses.
Se me agolpan mis mentiras,
y se me clavan y hacen daño,
se me agolpa tú mirada,
y el primer beso que te dí en los labios,
se me agolpan tus caricias,
y como ellas me envolvían,
se me agolpan tus orgasmos
y más con los días de verano,
se me agolpa el mar y su cadencia,
y el viento con su silbido,
se me agolpan tantas cosas,
y todas tan distintas,
que temo, y cada día temo más,
que mi cerebro se quede limitado,
y no pueda más y se diluya o reviente,
o estalle en mil cohetes a la vez,
pues es tanto lo que me queda pendiente,
que él y mis neuronas,
¡basta ya!, que ya no podemos más,
no podemos contigo,
y menos podemos,
con el poder de tus alucinaciones.
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