CAERÁN COMO LA FRUTA PODRIDA

¿Y quién dijo que el mundo no da vueltas?, quién lo dijo y que yo me entere. Porque si me entero de quién es, le voy a dar de hostias hasta en el paladar blando. Yo que pensaba que nunca más en mi vida volvería a pisar una Clínica u Hospital privado y ahora estoy pidiendo curre en una de ellas, aparte del curre que tengo. Y sabéis lo que le pasa a los millonarios, que nos puede la avaricia y la codicia y sólo queremos pasta. ¡Y un huevo de paloma!, que remedio me queda, la crisis aprieta y sobre todo, aprietan los hijos.

Yo que pensaba que había pasado la prueba de fuego y de esa falsa Sanidad que suele ser la Privada y en donde cada paciente, tiene cara de billete. Qué ya sé, que si hay alguna que funciona más o menos correctamente y la de ésta Isla no es de las peores. Pero yo con mis experiencias anteriores, ya tengo bastante y gracias a esas experiencias me he quedado con ese regustillo, ese regustillo entre pescado podrido o carne putrefacta. O sea que malo y mal asunto tengo entre mis manos. Pero chico, no queda otra, dice el otro yo de mi conciencia.

Pues nada, a hacer horas a destajo y ya puedo hacer un cursillo de auxiliar y otro de enfermería, pues ya no seré médico en la Privada, seré el chicuco de los recados. Pero no se me caen los anillos por eso, eso es un mal menor. Lo peor de todo y a lo que tengo pánico, es a las facturaciones falsas y a las presiones de tener que convertir un resfriado en una enfermedad crítica y así ingresar al paciente o al pobre diablo en  la UCI. Ya se sabe lo importante es lo que se facture y no como ejerzas la Medicina.

Es así de dura la vida y tendré que volver a desenvolverme en ese difícil equilibrio de ser Médico y al mismo tiempo ser un productor de facturas. De todas formas no es lo mismo en ésta clínica que en la que estuve la última vez, ya hace más de 20 años. Aquellos sí que eran una panda de asesinos a sueldo, falsificar  facturas era su premisa, inventar enfermos era su orden del día, mentir en los diagnósticos y así alargar los tratamientos y por tanto el número de consultas, de radiografías y de otras pruebas, era el pan de cada día.

 Y sino no seguías su rueda macabra, pues simplemente te echaban. Pero algún día caerán, pues los hijos de puta siempre caen, tarde o temprano caerán y caerán como cae la fruta cuando está madura o cuando está podrida, como es el caso. ¡Caerán!. En definitiva se dice que los hijos cambian por completo tú vida, pero también cambian tus principios y hasta tus finales y por cambiar hasta te cambian los intermedios. Bueno para eso decidiste un día el ser Padre, me dice mi angelito gilipollas.

¡Así es la vida! y como se ve, la vida da muchas vueltas.

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JULIO CORTÁZAR