ENTRE TÚ, USTED Y QUILLO, ANDA EL TEMA

Entre dos recados que hice y esperando a que pase  mi dolor de cabeza, la mañana avanza como una apisonadora, ya son las 12,30 de la mañana y ahora y por fin, empieza a bajar la intensidad del dolor de cabeza. A menos mal, como diría el otro. Me acaba de llamar una telefonista resabidilla de Vodafone y  me ofreció una de sus ofertas. hasta ahí vale, solo tuve que interrumpirle y decirle que tenía prisa, pues mi cabeza así lo reclamaba. Pero la tía además empezó con mal pie, pues empezó su discursillo, Oye a TI te interesa bla, bla, blá. Y éste es número de teléfono habitual y más bla, bla, blá.


En mis tiempos jóvenes y rebeldes, yo era un luchador del TÚ y el USTED me parecía rancio y anticuado. Pero el tiempo fue pasando y el me trajo bastantes disgustos y cabreos y sobre todo por el lado del exceso de confianzas. Es decir, por ejemplo en Cádiz, del TÚ se pasaba fácilmente al QUILLO o por lo menos le gente se cogía esa licencia con más facilidad de la debida. ¿A TI que te duele?, le preguntabas, pues a mi me duelen los huevos, por ejemplo y el tío seguía su perorata. Porqueno sabes como me duelen, me duelen un huevo, QUILLO.... y ¿a TI nunca te dolieron, QUILLO?. Y ya estaba, yo al oír QUILLO, el cerebro me hacía el pino. Ya estaba montado el lío.

A quién te refieres con lo de QUILLO, yo no soy QUILLO de nadie y ni lo soy ni lo parezco y de repente te veías obligado a retroceder y a coger distancia por el medio y empezabas a hablarle de USTED y obligabas al tío a hacer lo mismo, sino educadamente le indicabas con el dedo donde estaba la puta puerta. Así que aprendí la lección y más en el trabajo. Hay que poner distancias por el medio o como también se dice, distancia terapéutica o profesional.

Por ese largo camino que es la vida, pude comprobar que siempre les fue mejor a los que mantenían la distancia y usaban siempre el usted en la consulta. Y ahora a mi me pasa lo mismo, qué le duele, le duele mucho y a usted desde cuando le duele. USTED para todo. Y me pasa igual por el teléfono y si alguien me llama, como esa telefonista que me llamó y me llamó no es para irnos a la cama juntos, ¡más quisiera yo!, sino para hacerme una puta oferta  de mierda.

 Pues muy sencillo si ella no me conoce de nada y yo tampoco a ella, porque no mantener las distancias que hay a través de los teléfonos. A no ser, a no ser que esa voz telefónica me encandile y como una encantadora de serpientes y entonces cambia la cosa, y cuando quedamos y en donde nos vemos, y como vas vestida o ya vas desnuda?. A mi en la cama me gustan que me llamen de TÚ, tampoco hay que confundir las cosas. Y también que me digan cosas bonitas, ¡qué bien follas, tío! o eres un máquina. ¡Ya veis lo romántico que me pongo!.

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JULIO CORTÁZAR