TIEMPOS ESPESOS

¡Joder! hoy me duele la cabeza y debe no, estoy seguro que es porque ayer me dejé medio cerebro escribiendo y el poco que queda se queja. Bueno pues vamos al día, para intentar situarme, como ejercicio que hago cada día. Hoy es Miércoles y día 22 de Enero y aquí en ésta Isla está nublado, podía hacer sol, pero no, está nublado y si así lo quiere dios, pues tendré que aceptarlo. Al tiempo si que no llego, puedo y como mucho, llegar al hombre del tiempo y amenazarle para que cambie las nubes por sol o por lluvia. Los días nublados no me gustan, me parecen días amorfos y sin sustancia y también espesos. ¡Estás espeso como el día!, se dice.

Bueno pues ya situados, vamos a lo que toca o sea al grano, ¡qué para eso me pagan!. Y espeso puede ser el día, pero como he dicho también lo puede ser una persona, una persona espesa. Y ¿qué es una persona espesa?. Podía ser una persona de pocas palabras o parco de palabras. Pero eso no es ser espeso, simplemente una persona de poco habla. Yo creo que lo espeso lo define, el no ser claro y ya digo, que puede serlo con pocas o con muchas palabras.

Por ejemplo Rajoy es el prototipo de un tío espeso, bueno espeso, triste y acomplejado. Tampoco habla mucho, pero eso es un añadido, pues alguien puede decir una sola palabra, pero ser tan clara como un discurso de 20 páginas. Espeso es el que no dice nada, parece que dice y cuando llega el punto G de tener que definirse, se sale por la tangente. Tiene su arte el ser espeso, pues hay que ser al mismo tiempo, anguila y serpiente.

Sí a Rajoy se le puede definir como un tío espeso, no le pasa lo mismo al resto de su Gobierno, pues claros si que son, son tan claros y tan evidentes, que denotan lo contrario, claridad santificada y divina. Se consideran pequeños dioses que tienen poder absoluto y de momento, solo es el principio. Vienen tiempos espesos y espesísimos pero lo van a ser para nosotros. Y no sé si hoy es el primer día de esos tiempos espesos. Puede que empiece ya el nuevo ciclo.

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JULIO CORTÁZAR