EN TIERRA DE LOBOS

Vivimos y de cada vez más en tierra de lobos, lobos cada vez más sedientos y hambrientos, lobos feroces y de largos dientes. Yo es que alucino con el nivel  de rabia que tienen, se pasan el día mordiendo o amenazando  de ello, pues pasa que, que hacía mucho tiempo que no veía a unos gobernantes como estos, como los de hoy en día. Claro que hay que entender que ellos están en su salsa, pues con el tema de la crisis han tenido su mejor coartada. Se han cepillado todos los derechos humanos, los celestiales no, los celestiales los han aumentado y ahí entran los del Gobierno y los de la Iglesia.

Su ideología lo dice muy claro, sólo hay una clase dirigente, que es la que tiene el poder económico y ellos, los políticos sólo son sus representantes y para nada son los nuestros, vamos, ¡es que ni quieren serlo!. Parten de que el mundo se transformó de esa forma y manera, evolucionando gracias a los poderosos, los demás somos lindas ovejitas dentro de su corral y que no tenemos ningún papel en la historia. Claro que hay quién y yo soy uno de ellos, piensa que menuda ideología de mierda, si es antievolutiva y se ha quedado anclada en las antípodas de los tiempos. Recurren al argumento del jefe de la manada, como si en cambio de humanos nos hubiéramos quedado en la etapa de los gorilas.

Son los mismos pensamientos de aquellos tiempos en donde éramos más animales que personas, sólo que ellos no son tontos y se fueron adaptando a cada etapa evolutiva. Si ahora dicen que hay democracia, cosa que dudo mucho, pues ellos forman un Partido político y ya sabemos que en una sociedad donde el dinero puede con todo, pues una vez más, también ha podido con los votos. Si hasta hubo un ministro al que se le escapó que quién dictamina las reglas del juego no son los votos y menos el pueblo, son el Banco Central Europeo y su mejor representante, la Ángela Merckel.

O sea que ya está dicho todo, que esto es lo que hay y lo aceptamos o le damos la vuelta. Aquí no hay punto medio ni tampoco punto muerto, aquí te pones de un lado o del otro y nada de templar gaitas. Y si sabemos esto ¿a qué se espera?. Yo lo no lo sé, pero lo que si sé, es que estoy hartándome de esperar, me está saliendo un callo en el culo y no sólo por estar sentado, que también, sino y sobre todo, por tanto darme por el culo y a todas horas. Yo sólo soy una ovejita más del rebaño y que tiene el culo bastante escaldado.