LA MALDICIÓN DEL EURO

Hoy ya es día 23 de Enero y es Jueves. Hoy aparte de las cosas que hice, tengo pendiente la RESO (Resonancia Magnética Nuclear) de mi coco y para ver si soy un tío normal y por tanto la Reso aparece en blanco, en blanco inmaculado o soy un tío especial y por tanto, tengo poderes extraordinarios y entonces en la Reso aparecen Rayos. Imagen de Rayos neuronales, que dicen los entendidos. Estoy algo nervioso por el posible resultado, pues tengo miedo a que mi cerebro sea blanco como la nieve. Pero bueno eso es a las 8 de la tarde y ya comentaré el resultado.

Siempre hay algo interesante en cada día de nuestras vidas, sólo que a veces son cosas con poca magia, demasiado materialistas o domésticas. Hombre si son materialistas, y por ejemplo, que te toque la Lotería la cosa cambiaría. Pero yo ya no creo en esas cosas, en que de repente lluevan millones de euros, pues soy euroescéptico. Hablando de éste tema, del EURO, si encontráis a alguien que me explique cuales son las ventajas de estar en el euro, ponerlo en contacto conmigo, pues debe ser que soy corto de cortito, que no pillo de que va el asunto.

Hasta ahora, siempre me remiten a las necesidades que tiene la economía de mercado y a ser más competitivos y a ser más fuertes económicamente y más estables y demás pendejadas que siempre se dicen cuando no saben que decirte. Porque un tío como yo, que vive de su puta nómina, no entiende como se ha devaluado su economía  y todo empezó y repito todo empezó, cuando se puso en marcha el Euro. Desde ahí mi economía no salió del tobogán de bajada o del  descenso libre y sin frenos. Entonces me pregunto, ¿para quién es necesario una economía más estable, más competitiva o más fuerte?, debe ser para los de arriba, porque para los de aquí abajo, más inestable no se puede estar, más débil tampoco.

Yo no vine a éste mundo para competir todo el día, ni para ser más fuerte que nadie, yo solo vine al mundo para vivir y para disfrutar más de lo que pueda y quiera. Así que volvamos a la peseta, cuando mil pesetas era una millonada o cuando 25 pesetas daban para un montón de detalles. Si ya sé, que ahora es muy difícil volver a aquellos tiempos, pero que sea difícil no me quita la razón. Por una vez en mi vida la razón está de mi lado (mientras no se me demuestre lo contrario), claro que si algunos viven mejor de ésta forma y si esos mismos, tienen en su mano la economía y la fuerza, pues ya está, mi razón se la pasan por el forro de sus huevos y asunto arreglado.

Estoy convencido que sobre nuestras cabezas cayó una maldición hace ya unos cuantos años, LA MALDICIÓN DEL EURO y por desgracia, con esa maldición moriremos. A no ser que nos levantemos y le metamos al EURO  por el mismísimo culo.