No te odio,y no te odio porque no puedo,
y mira que lo intento,
lo intento a todas horas y en todos los días,
no te odio, no te odio,
porque en realidad,
la rabia es más fuerte que el odio,
la rabia recorre mis venas
y hasta mis frágiles capilares,
y yo soy odio y yo soy rabia,
y tengo el alma dividida,
una parte es una bola llena de odio,
y la otra, es traslúcida y brillante,
y es que la rabia es pura anfetamina,
y es un caballo de fuego,
que cabalga sobre mis neuronas,
y salta y cabalga, y cabalga y salta,
y yo soy su juguete o su guiñapo de trapo,
y cuando soy consciente de ello,
es que ya me he liberado, y por fin,
de sus embrujos y encantos,
y entonces, y entonces...,
la rabia vuelve a estar a los pies de su amo.
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