¿NUEVA ALTERNATIVA?, ¡OJALÁ!

Veo, leo y observo y vuelvo a releer y lo vuelvo a hacer, porque no me fío. A éstas alturas ya no me fío de nadie y eso que quiero y pretendo dar crédito a lo nuevo o a lo interesante y no hay nada más interesante para mi, que una posible alternativa a la izquierda tradicional. Una izquierda que englobe todas las miserias de hoy en día, una izquierda que al mismo tiempo se rebele contra las pautas de un partido único o de un partido que dicte las normas del  nuevo orden social.

Pues sí y menos mal que algo se mueve, pero lo que no sé hasta donde se mueve. Y me refiero a esa alternativa Europea que presenta el tal Pablo Iglesias. Yo lo escucho y estoy de acuerdo, yo lo oigo y lo estoy más y ojalá sea cierto lo que dice y ojalá escuchen otras almas gemelas, almas de luchadores empedernidos y almas que siempre hablaron de ser de izquierdas. Ojalá haya algo que nos aglutine, ojalá haya algo más que nos una y que por fin, haya una alternativa de izquierdas y de verdad.


Y digo ojalá y lo digo de forma muy consciente, pues a éstas alturas no me fío de nadie y hasta por no fiarme ni me fío ni de dios. Problemas de experiencias alternativas y que al final fueron cantos de sirena y todo porque en el fondo hay un plan. Un plan escondido y que solo conoce el personaje a mencionar. Y aclaremos que yo no estoy diciendo que éste sea otro nuevo caso de estafa electoral, pues ni conozco al tal Pablo Iglesias, ni conozco su trayectoria política y personal. Lo de personal es relativo, pues a mi sólo me interesa su trayectoria política. La personal, me interesa un pijo y precisamente es en la que no hay que entrar.

Pero bueno, a mi esto me anima y hasta entusiasma mi lado revolucionario, pero, pero, pero no me gusta que todo se base en un personaje y en ese lado oscuro, de la necesidad de que alguien nos tenga que iluminar. Vamos lo que se llama el culto a la personalidad. Y en eso pecamos de nuevo, pues estamos necesitados de un faro que nos guíe y que tenga cara y cuerpo y al que poder representar en monumentos o en esfinges o en pinturas. Me duele hacerlo, pero me toca el papel de malo y entonces me pregunto ¿si esta vez será verdad?.

No pongo contras ni peros, aunque sé que los tengo, pero espero que ésta vez sea verdad. Qué sea verdad, que esto aglutine a la izquierda de verdad. Qué sea verdad, que se lucha contra el capitalismo más brutal. Qué sea verdad que nuestra lucha tiene un final y éste no es otro, que conseguir un mundo sin fronteras y un mundo sin miserias y ni ricos ni pobres y un mundo en que su verdadera riqueza sea la Humanidad.

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JULIO CORTÁZAR