ESQUIZOS Y NAPOLEONES

Son las 10 de la mañana y aunque piense que no, tengo todo el día por delante. Y pienso que no, porque hoy estoy empeñado en que hoy el tiempo pasa más deprisa. ¡Como si de por sí no pasara a toda hostia!. Cosas que pasan saliente de guardia, pues  ayer, cuando estaba de guardia, era lo contrario, el reloj parecía que no avanzaba. Ayer entre otras cosas me tocó trasladar y sedar a un pobre loco. Un tío en brote esquizofrénico y como ponía su etiqueta clínica: un esquizofrénico paranoide. Como si hubiera algún esquizo que no fuera paranoide, yo todos los que conozco lo son.

Pero bueno a éste le dio por la grandeza de la  sangre y no paraba de decir que él era un noble de sangre azul. Tampoco eso era para llevárselo al loquero, pero esa grandeza  y pureza de sangre al parecer le ponía extremadamente inquieto y agresivo. No es el primero que me toca subiéndose a la parra de la aristocracia, es frecuente que les de por sentirse por encima de la plebe. Nos quería pagar una buena pasta y porque lo dejáramos en su casa (3.000 euros a cada uno), nos enseñaba con orgullo unas botas que valían 110 euros, nos hablaba de todas sus propiedades con heraldo y en éste caso en concreto, podía haber algo de cierto.

Se le notaba un aire y un "porte" a rancio y con un escudo familiar un tanto decaído. Un aire de prepotente y despectivo y eso que a veces se veía a si mismo y se daba cuenta que estaba completamente desfasado, pero su pedigrí era más fuerte que toda la locura que llevaba encima. Otros esquizos en cambio, sabes que son unos pobres parias y en cambio les da por lo mismo, por sentirse condes y marqueses. No sé, pero algo tiene que haber en la base de ésta enfermedad Psiquiátrica, para que haya muchos que les de por sentirse Napoleones. Quizá haga una tesis sobre éste asunto, de momento lo dejo como un apunte más para su posterior estudio.

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JULIO CORTÁZAR