PONDRÉ UNA PICA EN FLANDES

Yo sé que más adelante alguien me preguntará: ¿y tú tío de que vas?. Porque para ser sincero del todo, yo también me lo pregunto a veces: ¿yo de que voy?. Pues de lo que voy no lo sé, yo sé de donde vengo y de donde provengo y sé lo que soy ahora, pero que nadie me pregunte hacia donde voy. Y de lo que fui hasta ahora, no sé muy bien lo que contestar, pues supongo que dependerá de cada etapa de mi vida. Pero en definitiva que cada uno aguante su vela, pues con la mía me llega y me sobra, la mía a veces se hace una carga muy pesada.

Porque claro, sí que soy, pero tengo demasiada verborrea diarreica y prometo con suma facilidad y al fin, no cumplo todo lo que prometo. Y eso, ¿es ser falso?, pues no, es creer ser lo que no eres. Cuando planifico mi vida y aunque sea a corto plazo, lógicamente me marco metas y cuando repaso si he cumplido con ellas, me llevo unos chascos bestiales. Entonces algo falla, ¿falla la planificación o fallo yo al ponerlas en práctica?, pero fallar fallo y fallo más que una escopeta de feria. Después vuelvo a planificar de nuevo y caigo otra vez en el mismo agujero.

Quizá sea más fácil bajar el nivel de las metas, puede que sí. Pero a mi me cuesta andar con rebajas y más si hablamos de uno mismo. Supongo que como todo, tendrá la cosa un punto medio, un punto de equilibrio imperfecto, dado que nunca hay un punto justo. Pues tendré que buscarlo, porque me estoy volviendo medio loco y quiero ser la perfección de lo humano y al final, soy una mierda pinchada a un palo. ¡Bendita esquizofrenia la mía! y es que estoy más perdido que un pulpo en un garaje. Perdido pero contento, pues aún me quedan los arrestos necesarios para enfrentarme a éste problema. Yo pondré una pica en Flandes, ¡lo juro!.

.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR