Todo es tan sencillo como el que tiene más, paga más y el que tiene menos, paga menos, así debía ser y así lo digo y por eso de mantener el equilibrio. Pero resulta que es al contrario el que tienen más paga menos y el que tiene poco paga mucho, todo lo digo en proporcionalidad. Pero así es la vida y entonces la tendencia es meridiana, y en épocas de crisis y en las otras también, el que tiene menos se arruina y el que tiene más se enriquece a base de los pobres.
Fácil de ver y fácil de decir. Pero al parecer éste argumento de perogrullo tiene más dificultades de las que suponemos, pues ya nos dan una sociedad hecha a medida de los ricos y entonces ese equilibrio utópico, con el paso del tiempo se hace más inestable y al final se escora completamente para el lado del poder. Si además los Gobiernos que hay por el medio, sean del PSOE o del PP, favorecen con sus leyes y decretos las desigualdades, entonces el pescado ya está vendido del todo.
Argumentación sencilla, clara y evidente. Pero esa simplicidad argumentaria se complica en sus razonamientos y lo sencillo, al final, se complica. Cuando esto debía ser un principio universal, conseguir la máxima igualdad entre los humanos. Para eso estos señores de la alta burguesía tienen sus escuelas, sus colegios y sus universidades, para ir enseñando a sus cachorritos como se debe gobernar y de que nunca pierdan de vista su objetivo, que no es otro que mantener y agudizar las diferencias sociales y que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres.
Fácil de ver y fácil de decir. Pero al parecer éste argumento de perogrullo tiene más dificultades de las que suponemos, pues ya nos dan una sociedad hecha a medida de los ricos y entonces ese equilibrio utópico, con el paso del tiempo se hace más inestable y al final se escora completamente para el lado del poder. Si además los Gobiernos que hay por el medio, sean del PSOE o del PP, favorecen con sus leyes y decretos las desigualdades, entonces el pescado ya está vendido del todo.Argumentación sencilla, clara y evidente. Pero esa simplicidad argumentaria se complica en sus razonamientos y lo sencillo, al final, se complica. Cuando esto debía ser un principio universal, conseguir la máxima igualdad entre los humanos. Para eso estos señores de la alta burguesía tienen sus escuelas, sus colegios y sus universidades, para ir enseñando a sus cachorritos como se debe gobernar y de que nunca pierdan de vista su objetivo, que no es otro que mantener y agudizar las diferencias sociales y que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres.
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