PROSELITISMO

En mis tiempos antropológicos comerle el coco a una persona, se le llamaba, hacer proselitismo. Y eso se valoraba muy mucho, pues a cuanta más gente le comieras el coco estabas mejor considerado y al final y en consecuencia ascendías en el rango revolucionario. Tenía cojones la cosa, pero la verdad que así era y por lo que observo, sigue siendo igual. Cambiaron las estructuras de los Partidos y se podía decir generalizando, que hoy los partidos son más democráticas que en tiempos de la clandestinidad, lógico. Antes más de tres personas juntas eran sospechosas o ahora lo son cuando son millones los que se manifiestan, pero si son 50 o mil, de momento se les deja juntarse y reunirse.

De momento, digo. Pues al paso que vamos tendremos que volver a la clandestinidad de nuevo. Pero a lo que iba, hoy si hay más democracia dentro de los partidos, pero también es relativa. Hay algo o mucho del funcionamiento de aquellos tiempos, hay un núcleo de iluminados o núcleo dirigente que se infiltran o que crean movimientos sociales y se ponen de acuerdo en como dirigirlos y hacia donde. Es decir, hay grupos homogéneos que se diluyen en el resto de los movimientos sociales, pero en realidad no se diluyen, sino que se ponen a la cabeza de algunos de ellos y bajo la tutela de un solo partido.

Como si fuera un grupo clandestino dentro de un movimiento. Esto suena a rojos infiltrados y por tanto suena fatal, pero  a mi da la espina que es lo que le pasa al PCE con IU. El PCE parece que ya no existe cara a la galería y que son cuatro gatos nostálgicos y si son cuatro gatos, pero están muy bien infiltrados, pues se cuelan en las estructuras que tienen más poder de decisión. Y por eso y por eso a mi me cuesta tragar la comunión de IU. Sólo por eso me cuesta, pero para mí  es más que suficiente. Y además veo que algunos miembros de esa formación, que no todos, hacen el mismo tipo proselitismo que hacía yo en mis tiempos de la era del cuaternario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR