Ahora suenan como locas las campanas de la Iglesia. Y puestos a preguntarse cosas, esas campanas llaman a que los fieles acudan a su Iglesia y porque no pueden llamar más silenciosamente ¡coño!, que alteran mi delicado equilibrio vital o mental. Y es que tiene cojones la cosa, pues me acuerdo de mis largas noches de insomnio y cuando casi estaba a punto de conciliar el sueño, sonaban esas putas campanadas y claro, vuelta a empezar. ¿Y yo a quién me puedo quejar?, pues a nadie y porque aquí y en éste país, o eres creyente o lo que tiene ser y no hay más.
Joder si yo fuera por las calles dando los cuartos de hora a golpe de tambor, ¿donde pasaría la noche?. Detenido y con grilletes y pendiente de valoración psiquiátrica. Y a mi quién me paga las secuelas de mis noches de mi insomnio galopante, acaso ¿la Iglesia?. Bueno y menos mal, que ese insomnio ya pertenece al pasado y más o menos yo sigo entero, vivo y coleando. Lo de estar cepillado mentalmente ya viene de muy lejos, justo en el momento en que nací. Hay ruidos permitidos y aunque sean ruidos físicos y evidentes si vienen de la casa del Señor, dejan de ser ruidos molestos y porque se convierten en ruidos celestiales y ya está.
Tantas vueltas y vueltas y para llegar siempre a la misma conclusión y que no es otra, que tu guarda silencio, que para hacer ruido y ruido de verdad, solo está el Señor. Bueno en éste pequeño pueblo también está la Policía Local y que cuando acuden a un servicio nocturno se tiene que enterar todo el pueblo. Como dos al año o tres o cuatro, tienen que despertar hasta el más pintado. Son buenos y muy buenos en sus funciones, cumplen las reglas a rajatabla y son unos incomiables sabuesos. Resuelven todos los casos habidos y por haber, pues normalmente el chorizo de turno se acaba entregando voluntariamente, pero todo hay que decirlo, se entregan porque existe la mejor Policía Local del mundo. Yo de mayor quiero ser Policía Local de Es Castell.
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| Puerto de mi pueblo de Es Castell (Menorca) |
Tantas vueltas y vueltas y para llegar siempre a la misma conclusión y que no es otra, que tu guarda silencio, que para hacer ruido y ruido de verdad, solo está el Señor. Bueno en éste pequeño pueblo también está la Policía Local y que cuando acuden a un servicio nocturno se tiene que enterar todo el pueblo. Como dos al año o tres o cuatro, tienen que despertar hasta el más pintado. Son buenos y muy buenos en sus funciones, cumplen las reglas a rajatabla y son unos incomiables sabuesos. Resuelven todos los casos habidos y por haber, pues normalmente el chorizo de turno se acaba entregando voluntariamente, pero todo hay que decirlo, se entregan porque existe la mejor Policía Local del mundo. Yo de mayor quiero ser Policía Local de Es Castell.

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