Y sigue y sigue y esto no hay quién lo pare. Llueve y llueve y seguirá lloviendo, pues están las nubes negras y amenazantes encima de la Isla y aquí no se mueve nadie. En la calle no hay un alma, solo están los bares llenos y el resto cada uno metido en su gruta. Son malos tiempos para la lírica, bueno para la lírica, para la poesía y para las tonterías que yo digo. Y por tanto yo asumo que soy tonto o hago que lo parezco, pero de tonto yo no tengo un solo pelo, pues por suerte o por desgracia carezco de esos complementos. Alguno queda pero está de la bota del uno o sea que el poco pelo que me queda lo tengo cortado al uno.
Y pensar que de chaval quería tener el pelo largo y lacio. Y largo lo tuve, pero de lacio nada. Ondulado sí y medio rizado. Pero ya se sabe que una cosa es el deseo y otra es la realidad. Y a éstas alturas de la vida, el pelo me da igual e incluso me parece un estorbo. Claro que lo de estorbo se podía pensar que es porque casi no lo tengo y que la envidia me corroe. Qué puede ser, porque el grado de conocimiento sobre mi mismo aún no es el suficiente como para definirme como persona. Y puede que esté más definido que anteriormente y puede que diga esto y que planteé lo otro y que me coma el coco y que me retuerza en mis propios pensamientos, pero siempre y digo siempre, queda mucho por delante.
Y es que a veces te sorprendes a ti mismo y te dices si ayer pensaba esto y ahora estoy pensando lo contrario y ¿como se come esto?. Pues simplemente se come y se digiere y quizá al día siguiente te vuelves a hacer la misma pregunta. Así somos los humanos y somos seres evolutivos y en consecuencia, lo que es bueno para hoy, no lo es para mañana, aunque para pasado mañana, lo puede ser, ¿quién sabe?. Hombre, siempre hay una base de la que partes y es lo que determina tú forma de ser y de actuar, pero tú cambias y lo de tú alrededor también y eso determina que puedas ir cambiando tu forma de actuar. Qué no somos estatuas, ni pájaros disecados, somos seres vivos y como tales tenemos que evolucionar. ¡He dich
o!
Y pensar que de chaval quería tener el pelo largo y lacio. Y largo lo tuve, pero de lacio nada. Ondulado sí y medio rizado. Pero ya se sabe que una cosa es el deseo y otra es la realidad. Y a éstas alturas de la vida, el pelo me da igual e incluso me parece un estorbo. Claro que lo de estorbo se podía pensar que es porque casi no lo tengo y que la envidia me corroe. Qué puede ser, porque el grado de conocimiento sobre mi mismo aún no es el suficiente como para definirme como persona. Y puede que esté más definido que anteriormente y puede que diga esto y que planteé lo otro y que me coma el coco y que me retuerza en mis propios pensamientos, pero siempre y digo siempre, queda mucho por delante.
Y es que a veces te sorprendes a ti mismo y te dices si ayer pensaba esto y ahora estoy pensando lo contrario y ¿como se come esto?. Pues simplemente se come y se digiere y quizá al día siguiente te vuelves a hacer la misma pregunta. Así somos los humanos y somos seres evolutivos y en consecuencia, lo que es bueno para hoy, no lo es para mañana, aunque para pasado mañana, lo puede ser, ¿quién sabe?. Hombre, siempre hay una base de la que partes y es lo que determina tú forma de ser y de actuar, pero tú cambias y lo de tú alrededor también y eso determina que puedas ir cambiando tu forma de actuar. Qué no somos estatuas, ni pájaros disecados, somos seres vivos y como tales tenemos que evolucionar. ¡He dich
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