LA AMBICIÓN

Dudar es sano, pero dudar debe tener su tiempo y porque sino nunca decidimos. Y si no decidimos no avanzamos y además mientras le damos vueltas y más vueltas, viene un capullo y decide por nosotros. Siempre los hay más avispados y ya me lo decía mi Madre y cuando era pequeñito, hijo tienes que ser más avispado, que sino te quedas atrás y entonces, no serás nadie. Bueno los consejos de mi Madre siempre cojeaban de la misma pata, e hijo tienes que tener ambición y porque sin ambición nunca serás nada. Tienes que relacionarte y bien con los de la clase pudiente y hacerte el importante y sino lo eres, pues te lo haces. Claro que le hice en parte caso y la pobre me vio y años más tarde, encabezando las manifestaciones, que de aquellas eran ilegales. Menudo disgusto le metí.

Porque en el fondo lo importante no son las palabras, sino los hechos. Y es que a veces escuchas campanas y no sabes de donde y si te dice tú madre, que debes ser ambicioso, pues lo eres, pero a lo mejor no coincides con ella, en donde y en qué aplicas tú ambición. Desde luego para mi Madre, yo actualmente sería un imbécil don nadie y un fracasado de mierda y un frustrado equivocado. Bueno y como se ve, son distintas versiones de las mismas palabras. Porque vamos a ver, yo no me considero dios en la tierra, pero tampoco y para nada un fracasado. Esa necesidad de ser alguien y bajo el concepto tradicional, la tengo superada y  ahora, soy un don nadie médico y que escribe lo que da la gana. Pues para mi es más que mucho y es muchísimo.

Las pelas las necesarias para ir tirando. El coche para llevarme. Los hijos para darles y que me den cariño y cuatro cosas más y que no explico porque serían demasiado guarras y ya está, ya soy Bruno al completo. Por el camino, quedan unas buenas dosis de sentimientos  que me han dado y que yo he dado o eso pienso, unos cuantos buenos amigos. Y muchos besos y abrazos que fui repartiendo. También alguna hostia física y moral he dado y he recibido.  Y por último alguna traición también he hecho, pues es humano que se reniegue alguna vez de tus principios, pero alguna vez y no muchas.Y al final el resultado, soy yo y como se dice,soy YO con mis virtudes y mis defectos.

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JULIO CORTÁZAR