OPRESORES Y OPRIMIDOS

Bueno, ya está, ya he ejercido mi derecho al voto y aproveché un momento de tregua de la lluvia y dirigí mis pasos al Colegio electoral. Cogí una papeleta y la eché en la urna y todo de forma muy civilizada, pues ni meé en la urna , ni cagué en el patio, pues me comporté como un tío muy civilizado, ¡como lo que soy!. Pero al salir vi a un grupito de todas las edades y bien vestidos y hablando muy fino y me dije, éstos son Peperos y acerté, pues al pasar por su lado hablaban del PP y que tenía que ganar y digo yo, para seguir jodiéndonos, que joder es un puto vicio y una vez que empiezas, ya no quieres dejar de follar.

Y en ese momento brotó una idea dentro de mi cabeza, pero una idea que rompía mis esquemas y los hacía trizas. Me di cuenta que estaba pensando que mi utopía o quimera se estaba resquebrajando, pues observando a los Peperos con sus vestiditos, su pijería estúpida y su prepotencia descarada, me iba a ser imposible poder seguir conviviendo con ellos. No los soporto ni en pintura y entonces mi idea de vivir todos los seres humanos en la misma parcela, que es la Tierra y sin barreras y sin fronteras, se acababa de ir al carajo. Pues pensé que la única solución a éste problema de convivencia, era hacer dos mundos distintos y con una gran muralla por el medio, como el muro de Berlín más o menos.

O sea por un lado vivir los que nacieron para ser oprimidos y por el otro, los que no queremos opresión en la Tierra. Pues se diga lo que se diga, son dos mundos irreconciliables y no hay posible solución. Yo no puedo vivir con alguien que solo piensa en oprimirme y en explotarme, poder puedo, pero no respondo del como me rebote. O sea que si ellos, los Peperos, aprietan demasiado los tuercas, yo me rebelaré, seguro. Y yo ya paso de guerras y de muertos y prefiero vivir en `paz y que me dejen en paz y si para ello hay que poner una gran barrera alrededor del mundo, pues habrá que hacerlo y porque sino yo me los cargo. Más o menos como las dos caras de un disco, la cara A y donde vivirán los capullos opresores y la cara B, donde vivirán los que realmente quieren ser libres. Y ya está, tema solucionado y a por otro asunto.

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JULIO CORTÁZAR