ATRAPADOR DE SENSACIONES

Si a veces siento que me canso de escribir y entonces si yo me canso, ¿como se cansarán los demás?, los demás que me leen. Y en cambio sigo escribiendo y yo creo que sigo haciéndolo por miedo, por miedo a que más adelante se me acabe éste momento y me quede en blanco y en blanco satinado. Porque ese miedo es el que que me hace mantenerme en pie y al pie del cañón y con el ojo avizor y con las orejas en punta. Tal cual perro a la caza de su presa. Y juro que no es por dar el coñazo a los demás, es por algo más egocéntrico, es algo que está dentro de mi ombligo y por lo tanto es algo personal  y egoísta.

Yo no voy a descubrir como funciona el mundo, pero si puedo aportar mi granito de arena para comprender mejor como funcionan las cosas, lo haré y lo hago con sumo gusto. A mi y como ya dije anteriormente, me van los pequeños detalles de cada día, para los grandes ya hay otras mentes pensantes, pero para los pequeños detalles, solo estamos unos cuantos. Las tonterías, las risas, las penas, las frustraciones, las alegrías, las lágrimas y los pensamientos de cada día, ese es mi terreno predilecto. Claro que para llegar a saber interpretarlos queda un camino demasiado largo y por eso a veces me entra la prisa.

Es como si tuviera miedo a que las ideas se me escaparan y en cierta medida es cierto, pues las sensaciones, que son mi quimera, entran y se van y a la velocidad del viento y atraparlas en mis redes es tarea sumamente difícil. Los indios americanos le ponían a una especie de aro un atrapador de sueños  y yo tengo en su lugar, a un atrapador de sensaciones. Y a veces pillo algo y en otras las sensaciones se cuelan por los resquicios del olvido. Los sueños se tienen y se desvanecen rápidamente, pero las sensaciones también se tienen pero muchas veces no reconoces que las tienes y por eso, es más difícil atrapar sensaciones que sueños.

Y esa es mi función primordial, describir mis sensaciones y si eso sirve para que los demás también lo puedan hacer, pues bienvenido al mundo de las sensaciones. Difícil tarea y porque por nuestra mente pasan millones de sensaciones al día y hay que saber extraer las mejores o las más sabrosas, y es difícil porque muchas son como estrellas fugaces, pasan y se van y si no tienes a mano el deseo de querer retenerlas, pues se apagan y ya nunca más vuelven, por lo menos las mismas ya no vuelven, solo vuelven las que son parecidas o similares. Y éste es mi empeño en cada día, atrapar sensaciones y pongo todo mi empeño en ello, pues ya llevo casi dos años haciéndolo y que lo haga bien o mal, yo ahí no entro, pero si os puedo jurar que de media me ha dejado mis 8 horas diarias y como siga así, estoy seguro que al final consigo tener el placer de describirlas.


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