¿ES MUCHO PEDIR?

Al día siguiente de una guardia ¿uno que quiere?. Pues quiere un buen desayuno y porque te lo pide el cuerpo, una buena ducha y porque estás guarro y sudado, una buena pero buena cagada (con perdón) y porque no soy capaz de cagar fuera de casa y que la casa esté lo más ordenada posible. Son pequeños detalles y que llegan a hacerse imprescindibles. Uno con ese mal cuerpo con el que sale, no está para realizar grandes proyectos, ni para hacer cumplir misiones imposibles, ni fiestas, ni desfiles, ni nada que suponga alborotos ni relaciones sociales, uno está para lo que está y lo que uno quiere es tranquilidad y que todo esté en su respectivo sitio.

Pues nada que hoy es Sábado y estoy recién salido de guardia y por el camino venía pensando: ¡qué bien! ayer fue Viernes y es el día de la semana que vienen a limpiar mi casa y sueñas con llegar a casa y encontrarte todo limpio y bien ordenado. Y así fue y hasta que llegué al cuarto de baño y me encontré la pileta llena de pelos recién cortados. Uno de mis hijos se había cortado el pelo y no sé si yo seguir el ritual y cortarle la cabeza o los huevos o lo que sea. Ya me dejó chafado y en otro momento me daría casi igual, pero cuando llegas cansado a casa, esos pequeños detalles resultan ser fundamentales.

A veces me pregunto si eso no es ser un maniático de mierda, pero enseguida me doy cuenta de que no o de que sólo lo soy el día después de la guardia. Ese día no pides más que poder realizar las tareas más
primarias y para ellos pides unos mínimos y que esos mínimos se cumplan. Yo no estoy ahora para recoger o barrer nada, estoy para escribir un poco y haciendo un gran esfuerzo. Vamos que no estoy ni para echarme un polvo, y por éste orden, primero desayuno, después cago bien cagado, tercero me quito la mierda de encima y por último necesito orden y limpieza en la casa. Y ¿eso es  mucho pedir?.

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JULIO CORTÁZAR