Hoy leí una frase que decía más o menos esto: Mis hermanos son los mejores del mundo. Sé que cuando los necesite ellos estarán conmigo y yo con ellos cuando me necesiten. Y la leí y no porque fuera profunda y bella, sino porque me quedé con su significado que es muy simple, pero aplicado a mi persona, es fuerte y doloroso. Porque es muy sencillo lo que yo digo, pues mi conclusión es clara y nítida: Yo tengo hermanos por que sé que viví con ellos y que los padres fueron comunes, pero nada más ni nada menos, eso es todo lo que tengo yo con mis hermanos.
Pero esa conclusión ya la tengo desde hace muchos años, sólo que antes me hacía daño ese pensamiento y por tanto huía de él despavorido y ahora me sigue haciendo daño igual, pero lo empiezo a tener asumido. Lazos de sangre, le llaman y todo por haber nacido en el mismo útero. No sé, parece fácil el decirlo y en cambio no lo es. Porque cuando uno se supone que está necesitado por algo o enfermo o jodido, si aún tiene ese colchón de la hermandad de sangre, pues en parte le puede servir de consuelo el que siempre va a tener a alguien. Y no es ninguna tontería, pues cuando hace unos meses estuve jodido por enfermedad, te das cuenta de lo que es la crueldad de la soledad.
Yo estoy convencido que moriré, pero que moriré más solo que un perro. Y no pretendo dar pena de nada, solo reflejo mis pensamientos y por muy duros que sean, son reales y sinceros. Bueno a la hora de palmarla y conociéndome a mi y a mis hermanos, sé que ellos acudirán a mi entierro, pero todo el proceso anterior a mi muerte, se lo saltarán a la torera y yo tengo que reconocer que al contrario también seré el primero en hacerlo. Duras conclusiones, pero así de dura es la vida. Y esto ya no hay quien lo cambie, pues hemos dejado pasar toda una vida por delante de nosotros y seguimos siendo hermanos pero seguimos siendo unos perfectos desconocidos
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Pero esa conclusión ya la tengo desde hace muchos años, sólo que antes me hacía daño ese pensamiento y por tanto huía de él despavorido y ahora me sigue haciendo daño igual, pero lo empiezo a tener asumido. Lazos de sangre, le llaman y todo por haber nacido en el mismo útero. No sé, parece fácil el decirlo y en cambio no lo es. Porque cuando uno se supone que está necesitado por algo o enfermo o jodido, si aún tiene ese colchón de la hermandad de sangre, pues en parte le puede servir de consuelo el que siempre va a tener a alguien. Y no es ninguna tontería, pues cuando hace unos meses estuve jodido por enfermedad, te das cuenta de lo que es la crueldad de la soledad.Yo estoy convencido que moriré, pero que moriré más solo que un perro. Y no pretendo dar pena de nada, solo reflejo mis pensamientos y por muy duros que sean, son reales y sinceros. Bueno a la hora de palmarla y conociéndome a mi y a mis hermanos, sé que ellos acudirán a mi entierro, pero todo el proceso anterior a mi muerte, se lo saltarán a la torera y yo tengo que reconocer que al contrario también seré el primero en hacerlo. Duras conclusiones, pero así de dura es la vida. Y esto ya no hay quien lo cambie, pues hemos dejado pasar toda una vida por delante de nosotros y seguimos siendo hermanos pero seguimos siendo unos perfectos desconocidos
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