¡Buenos días!. Hoy es Sábado sabadete y sigue sin caer un polvete. ¿Ya será mi condena definitiva?, la de no follar en los siglos de los siglos, amén. Claro que a veces pienso que me parezco a un viejo verde o a un viejo salido, que habelos hainos, pero que al final no son tantos. Lo que pasa con el tema, es que un viejo salido destaca por encima de la media y no se ve normal que un viejo se quede colgado de un buen par de tetas. Si es joven o madurito, pues está salido y no pasa nada, pues es natural como la vida misma. Pero un viejo que hace mirando unas tetas, si tenía que estar más pendiente de que no se le caiga la dentadura o de cambiar sus dodotis.
Así es ésta sociedad de cruel con los viejos. Por ser viejo no se le pasa ni una, mientras al resto del personal se le perdona su salidismo por cuestiones de edad y por subidones hormonales. Debe ser que un viejo ya tiene las hormonas secas y tiesas, debe ser que a un viejo la polla se le cae a trozos, debe ser que un viejo debe estar ciego por las cataratas o por desprendimientos de retina. Pues no señor, un viejo es una persona como otra, solo que las herramientas las tiene un poco más desgastadas, pero en definitiva, las herramientas las tiene igual.
Si un viejo se divierte y lo manifiesta externamente, pues mira que viejo más desfasado y es que debe estar medio pirado. A los viejos no se les permite nada, bueno sí a sentarse en los bancos de la plaza del Pueblo y a contar las moscas, porque si miran a una tía, eso ya no vale. Los viejos no pueden bailar, no pueden ligar, no pueden divertirse, no pueden emborracharse, no pueden salir de noche, no pueden conducir y no pueden hacer nada que se salga de sentarse en el banco o de jugar a la petanca o al mus o al dominó. El terreno se les ha acotado perfectamente y viejo que cruce la frontera, viejo alucinado o viejo que no ha tomado la medicación como toca o padece de demencia o no le llega bien el riego a la cabeza.
Así es ésta sociedad de cruel con los viejos. Por ser viejo no se le pasa ni una, mientras al resto del personal se le perdona su salidismo por cuestiones de edad y por subidones hormonales. Debe ser que un viejo ya tiene las hormonas secas y tiesas, debe ser que a un viejo la polla se le cae a trozos, debe ser que un viejo debe estar ciego por las cataratas o por desprendimientos de retina. Pues no señor, un viejo es una persona como otra, solo que las herramientas las tiene un poco más desgastadas, pero en definitiva, las herramientas las tiene igual.Si un viejo se divierte y lo manifiesta externamente, pues mira que viejo más desfasado y es que debe estar medio pirado. A los viejos no se les permite nada, bueno sí a sentarse en los bancos de la plaza del Pueblo y a contar las moscas, porque si miran a una tía, eso ya no vale. Los viejos no pueden bailar, no pueden ligar, no pueden divertirse, no pueden emborracharse, no pueden salir de noche, no pueden conducir y no pueden hacer nada que se salga de sentarse en el banco o de jugar a la petanca o al mus o al dominó. El terreno se les ha acotado perfectamente y viejo que cruce la frontera, viejo alucinado o viejo que no ha tomado la medicación como toca o padece de demencia o no le llega bien el riego a la cabeza.
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