MI TALÓN DE AQUILES

Hoy es Sábado y el Miércoles a las 2 de la tarde me levanté después de sobar 8 horas y pensando que después de la paliza que me había metido con las famosas fiestas de Ciutadella, ya estaba de nuevo en forma y resulta que hoy aún tengo síntomas de cansancio. Y para mi desgracia tengo la visita de una contractura en el cuello y que poco a poco me va a más. La contractura cervical es mi talón de Aquiles o es mi punto flaco. La tensión, el desgaste, el cansancio, se acumulan en mi chepa cervical y me impiden que pueda girar el cuello.

La vejez también y supongo que la artrosis cervical se está sumando al carro. Las personas tenemos distintos puntos de acumulación de tensiones. Algunos se las llevan a la cabeza y les producen fuertes cefaleas. Otros se las llevan a la boca de su estómago y padecen de Gastritis. También los hay que se las llevan al Corazón y les producen taquicardias o fuertes latidos extras. Y por último los hay que se las llevan al coco y lo reproducen sobre su cuerpo, se angustian y se ponen como motos. Y claro otros como yo, nos llevamos las tensiones al puto cuello y ese es nuestro punto G, pero es nuestro punto G para dejarnos tiesos como velas.

La diferencia que hay entre el cuello y las demás zonas gatillo, es que con del cuello no hay pastillita milagrosa y con un antiinflamatorio me puede dar la risa y con un relajante muscular me puedo caer de sueño, pero ese puto tendón sigue igual de tensado y supongo que de inflamado. Porque si un músculo se quiere quedar tensado y porque le da la real gana, ¿que puedo hacer yo para destensarlo?. Si un músculo follara, le ofrecería un buen polvo como premio y es que además así, nos quedaríamos los dos igual de contentos. Pero un músculo y menos su tendón, no folla, no habla, no ríe, ni le gustan las películas de piratas, el músculo solo tensa y destensa y cuando se tensa demasiado se queja y punto y pelota.

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JULIO CORTÁZAR