Las cosas depende de quien las haga y en que momento se hagan, para que sean tildadas de diferente manera. El otro día leía que unos cuantos parados y miembros de un organización campesina asaltaban varios supermercados y se llevaban unas cierta cantidades de comida. Y claro a los de siempre les parecía fatal el tema, pero a otros no les pareció tan mala idea y porque por el fin no importan los medios. Bueno pues esto mismo hicimos como estudiantes hace casi 40 años y fuimos tildados de chorizos irrespetuosos por todos, absolutamente por todos y nadie nos defendió de aquellas. O sea que el mismo acto se puede ver de diferentes maneras.
¡Hombre!, está claro que unos estudiantes no son lo mismo que unos campesinos y porque se supone que los estudiantes si tienen pelas o que las tienen sus papis. Pero bueno esa es una verdad a medias, porque mis padres andaban a lo justo y los de otros compañeros, pues también. No sé, pero esto es como decir que para cometer un delito determinado tienes que estar totalmente desesperado y esa desesperación es la que te dota de razones. Pues yo creo que no es así, si todo estuviera mejor repartido, pues sí harían falta millones de razones, pero tal como funciona el mundo, no hace falta una coartada que te disculpe.
¡Hombre!, está claro que unos estudiantes no son lo mismo que unos campesinos y porque se supone que los estudiantes si tienen pelas o que las tienen sus papis. Pero bueno esa es una verdad a medias, porque mis padres andaban a lo justo y los de otros compañeros, pues también. No sé, pero esto es como decir que para cometer un delito determinado tienes que estar totalmente desesperado y esa desesperación es la que te dota de razones. Pues yo creo que no es así, si todo estuviera mejor repartido, pues sí harían falta millones de razones, pero tal como funciona el mundo, no hace falta una coartada que te disculpe.
Yo apoyo lo drástico y lo radical, pues con nosotros no se andan con chiquitas y con delicadezas, con nosotros se pasan dos pueblos y medio. Y además ¿donde podemos quejarnos?, porque las compañías telefónicas, los bancos, las eléctricas, siempre nos estafan y cuando reclamas o no te contestan o te dicen simplemente que ese no es su problema. La prepotencia de los grandes y que nada ni nadie les para los pies y porque somos como David luchando contra Goliat. Un estado que se llama democrático tendría que tener mecanismos para parar a los grandes, pero al parecer, es como pedir peras al olmo.¿Y a esto le llaman democracia?.
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