Y quedan 5 minutos para que esté hecha la comida, son las 2 de la tarde del día 12 de Agosto y el gran acontecimiento en el día de hoy, es que es el cumpleaños de mi hijo pequeño. Ya cumple 16 años y va viento en popa y a toda vela, partiendo que tiene y que siempre tendrá sus dificultades, pues es Síndrome de Down y por mucha demagogia que se eche sobre el tema, siguen teniéndolo muy difícil. Acabo de subir del bar de la esquina y mientras me tomaba un wisky (es de broma) con un grupo de amigachos del bar, alguien intentó sacar el tema de los discapacitados. Yo les dije muy serio que ese tema prefería no tocarlo y claro, se quedaron cortados.Pero efectivamente prefiero no tocar ese tema superficialmente y porque hay una idea del tema muy paternalista. Que no te preocupes, que son muy cariñosos y te dan muchos besos y abrazos y además te hacen compañía y tal como si fueron ositos de peluche y eso a mí, me pone de los nervios y entonces prefiero que el tema no se toque. Pero con mi actitud de silencio dejo clara una cosa, que no soporto la caridad cristiana, del pobrecitos descerebrados pero son muy buenos, pues son como pequeños cachorritos.
Yo a mi hijo lo quiero con todos los condimentos y entre ellos está que sea un discapacitado, pero es que es más que eso y es sobre todo, cariñoso, inteligente y gracioso. Le encanta ser gracioso y se lo toma como un oficio., Papá ¿soy gracioso?, me pregunta día sí y día también y venga a tirar del tema y llega un momento en que deja de ser gracioso y pasa a ser graciosillo, vamos que se pone pesado como un plomo. Y lo quiero por como es y hasta admiro su visión del mundo, pues de alguna manera te da otra visión de las cosas y esa visión es diferente a la nuestra..Le agradezco mucho los 16 años que he pasado a su lado. Yo soy el que debe estar agradecido a él y no al revés, pues con él he aprendido y aún me falta mucho, a querer más y mejor y a ser más comprensivo, a querer en modo diferente y que detrás de cada persona hay un mundo distinto y que ese mundo se puede ver desde varios ángulos. Y su ángulo me gusta y me entusiasma, me gusta más que el ángulo muerto en el que a veces nosotros vivimos. ¡¡¡Felicidades Miguel!!!
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