DIMINUTO

Yo soy poca cosa, pues al fin al cabo soy uno más del hormiguero. E intento salir del hormiguero y organizarlo de otra forma y para ello necesito tener otra visión de las cosas. Intento coger distancia y así tener una visión más global del mundo y de las cosas y yo digo lo que pienso y aporto lo que puedo. Pero también soy un ser humano y que por tanto que tengo mis propias limitaciones, a veces psíquicas, a veces físicas y a veces son externas a mi persona.

Y es bueno sentirse pequeño y limitado y porque eso te da modestia y te pone en su sitio, en tu sitio de partida. Pero también es bueno, que a veces te pases dos pueblos y te creas más grande que dios y toda su corte celestial, porque sino te vas haciendo pequeño y hasta llegas a hacerte diminuto. Y como llegues a ese estado microscópico y larvario, cualquier bota te puede pisar y te pisará, seguro
. Así que de vez en cuando hay que levantar cabeza y decir, aquí estoy yo y a quién no le guste que se vaya.

Es como dar un grito de vez en cuando y para que los demás se enteren de que sigues vivo. Sacudirse la mierda del día a día y ponerse una armadura y montar sobre un caballo con alas y como ejército tus pensamientos y como sable, la ternura. Que no todo van a ser batallas sanguinolentas, también hay momentos plácidos y cariñosos.

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JULIO CORTÁZAR