No sé si un día de estos voy a petar, tengo tantos frentes abiertos y tantas cosas por hacer, que no sé si será mejor que me vuelvan a encerrar en el Loquero. A veces pasa eso, que noto que me sobrepaso a mi mismo y es que tengo 3 hijos que atender, cuidar y sobre todo, querer, y un trabajo arriesgado y absorbente y una casa que quiero que sea un palacio, y quiero escribir el libro de la vida y quiero y no puedo y lo vuelvo a intentar. Por lo menos si fuera un Yupi, tendrá farlopa para esnifar y para así mantenerme tensionado.
Tensionado estoy (yo creo que demasiado) y lo estoy sin farlopa, lo estoy a pelo. Pero el tema al que yo voy, es que de tanta tensión me va a petar una arteria del cerebro o del corazón y al final sino muero, me quedaré como un puto lisiado y los amigos y familiares, así todos juntitos y haciendo peña, tendrán el gran detalle de regalarme una preciosa silla de ruedas y que en su dorso llevará grabado mi nombre a mano y fuego.
¡Ves Bruno!, que bonita es la sillita que te regalamos y lo dirán a voz en grito, pues al estar parapléjico no podría responder y ya sabéis lo que la pasa a la gente cuando tiene delante a un lisiado mudo, que piensa que tampoco escuchas. Y además como no saben que hacer o que hablar con el lisiado, que sería yo, pues te empiezan a tratar como si fueras un niño o mejor dicho, un bebé. Pues como veis en éste mundo en que vivimos, hay peores cosas que la muerte.
¡Ves Bruno!, que bonita es la sillita que te regalamos y lo dirán a voz en grito, pues al estar parapléjico no podría responder y ya sabéis lo que la pasa a la gente cuando tiene delante a un lisiado mudo, que piensa que tampoco escuchas. Y además como no saben que hacer o que hablar con el lisiado, que sería yo, pues te empiezan a tratar como si fueras un niño o mejor dicho, un bebé. Pues como veis en éste mundo en que vivimos, hay peores cosas que la muerte.
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