LOS MUERTOS

Puede que hoy todo esté oscuro, puede que hoy mi caballo blanco se tiña de negro y como la Santa Compaña, presidamos la procesión de los muertos. Al frente de nuestra legión de muertos estaré yo, todo serán harapos y telas desgarradas, algunos huesos sueltos y muchos gusanos saliendo por las cuencas de los ojos, pero en fin, si estás muerto estás muerto y no vamos a pretender que sea una desfile de belleza y moda. Hay quién me preguntó alguna vez, ¿porque hablo tanto de los muertos?.

Pues no lo sé muy bien, es como una especie de atracción fatal. Siempre me atrajo ese halo de misterio que destila la muerte y todas esas preguntas que siguen sin responder ¿porqué te mueres, adonde vas y porqué no puedes volver?. Y puede que sea porque los Celtas, mis ancestros de hace ya mucho tiempo, eran unos adoradores de la muerte y cerraban el círculo de la vida y de la muerte con que después de muerto te reencarnabas en alguien y ya está. Así de fácil y de sencillo, nada de infiernos y cielos, nada de pecados capitales y castigos divinos.

Yo si me reencarnara en alguien, de esas querría ser mujer, estoy harto de tanto machote que dice que hizo y no hizo nada, que no para de echarse pegotes y que es más fantasma que Lucifer. Yo preferiría ir de Caperucita Roja y que viniera un Lobo desbocado y me pusiera del revés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR