Lo de "pienso, luego existo" yo lo relativizo, porque en mi caso y por el humo que echa mi cabeza, creo que me daría para vivir muchas veces o para existir un porrón de veces. Y bueno si me baso en la frase y en la teoría de la reencarnación, puede que llegue a tener 7 vidas como los gatos, pero de ahí no creo que pase. En 7 me quedo, en 7 tengo puesto el límite de vidas. Ahora voy por la segunda reencarnación, antes en la primera vida, tenía un puesto en la plaza de abastos y vendía hortalizas y pescado fresco y reluciente.Ya veis como cambian las cosas, del Mercado me he cambiado a un Hospital. Del congrio me he pasado a los Hígados encebollados, del tomate maduro me he pasado a las bolsas de sangre. Del olor a pescado podrido me he cambiado a los olores de quirófano o de formaldehído diluído. Toda una vida haciendo lo mismo satura hasta a los muertos y por eso he pasado del pescado a la carne humana y en mi próxima reencarnación, a lo mejor me convierto en monje Tibetano.
Claro que no sólo yo me reencarno, también los Budistas o por lo menos sus jerifaltes. En las Alpurrajas Granadinas y allí en lo más alto de la montaña, hay un precioso Monasterio Budista y dicen que allí se reencarnó su último jefe. Un chavalito de la comarca, que se dedicaba a hacer pastoreo en las altas montañas, hasta que sin darse cuenta y como tenía tanta hambre y el hambre enciega, pues resulta que entre las hierbas que se comía había unos cuantos hongos alucinógenos y claro, empezó a ver a Dios o a Buda todos los días de la semana. Y esa historia llegó a los oídos de los monjes Budistas y lo ficharon para la pandi y viendo que no paraba de alucinar, lo tuvieron nombrar jefe de la tribu. Así es la Historia y no como nos la cuentan.
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