Digamos que...,¡qué en cualquier momento!,
que en cualquier momento suena la flauta
y que la moneda cae de cara
o que la Luna nos enseña su cara oculta
y así, nos muestre sus misterios de ensueño.
Digamos que...,
que puede llover en cualquier momento,
que el horizonte son tus dedos,
y que tú mano, es la que mece la cuna de la Luna,
y puede que se duerma
y puede que no, que se encienda más y más,
y hasta que la luz clara..., languidezca.
Digamos que...,
que hoy es un día de primavera,
que la brisa marina entra por mi ventana,
y ¡dios mío!
hay que ver, ¡como me acaricia!.
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