EL BOANA VENGADOR

Que parece que vuelven los viejos tiempos, que ahora tengo contratada una línea de internet supersónica y que me ha costado mis cuartos y resulta que fue bien muy durante un tiempo, pero hoy y por primera vez, está diciendo que no. Y yo no soy de los que espera dos veces, pues hay un fallo de línea y me cago en la Telefónica y en todos sus muertos también me cago. Y para eso pagamos el internet más caro del mundo conocido, en el otro lado, no sé como funcionan, si es por vía satélite o por ondas electromagnéticas. ¡Vaya usted a saber!.

Claro que comparando con otros sitios en el mundo, mis quejas son como las pequeñas o grandes quejas de un niño consentido. Y entonces éste argumento ¿a qué nos lleva?, a que no podemos quejarnos, a quedarnos cruzados de brazos, a decir sí boana y que unos hijos de puta se lleven todos los cuartos a sus bolsillos. Pues no señor, si hay que rebelarse yo soy el primero y si tengo que ir a África a levantar conciencias y colgar a los hombres pálidos del único árbol que queda en la estepa, lo haré a conciencia y sin remordimientos, pues seré el "Boana Vengador".

Que el mundo es una mierda, ya me lo enseñaron mis padres y no con esas mismas palabras, pero creo que parecidas: hijo mío esto es la vida y tienes que ser un luchador nato y a prueba de fuego. La vida está llena de obstáculos y tienes que ser fuerte y combativo. Hijo y perdona, pero tienes que ser ambicioso y si por ello tiene que pisar a alguien, písalo y no tengas remordimientos. Y sobre todo, sé fuerte, competitivo y no dudes, que las dudas son como las pajas, que cuanto más te eches  más probabilidades tienes de quedarte ciego. Y sino no eran mis padres, eran los curas con sotana. Pues si señores, a base de palos aprendí ésta gran filosofía de la vida. Pero aún así, ¡no me quejo!.


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