No me queda otra...no me queda otra que seguir dando pasos,
porque a veces, el presente me araña
y porque en otras, el pasado me agrede,
y tengo que abrir la cremallera de mi pecho,
pues quiero enseñar mi funcionamiento,
quiero que se escuchen mis latidos,
quiero que se vea como me inundo de oxígeno,
o como son mis mecanismos más íntimos,
y es que debajo de mi piel
tengo mis aponeurosis,
y soy músculo y soy fibra,
y soy de materia fina,
soy delicado, pero soy delicado de esa manera,
soy como un gran guerrero después de la guerra,
por fuera, aún conservo la jactancia y el porte,
pero por dentro, soy un deshecho humano.
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