Que si me leen o que sino me leen y venga a deshojar la margarita y cuando me leen, porque me tendrían que leer más y cuando no, ¿porqué será que no me leen? y el ying y el yang y me cago en la estadística asesina y sino ¿para que se inventó la estadística? sino es para jodernos con los números y las proporciones y las famosas intenciones de voto y venga a hacer predicciones de votos, de últimas de voluntades, de postureos de famosos, de como comer un guisante, de si eres fan o no de algo o de alguien y porqué lo eres y te gustan sus camisas y de como se pone los calzoncillos. Pues eso, que yo desde mi Blog lo controlo todo y veo las estadísticas generales y las de cada día y hora y cuantos guiris me visitaron y desde donde lo hicieron y esto no es el poder de la magia y porque ese es el poder que tienen las estadísticas y punto pelota.
Porque vamos a ver, a mi que carallo me importa que me lean desde la Luna y porque en su última aventura espacial allí se quedó un astronauta colgado y porque iba fumado y es que a mi lo que me importa no tiene nada que ver con éstas estadísticas y a saber: a mi lo que me importa es que si ese día la Luna está preciosa y ese astronauta está en el medio de un precioso cráter o se la está cascando con una roca volcánica, vamos lo que yo quiero decir, es que me encantan los bellos y grandes detalles y los pequeños también, pero no me interesa la suma, multiplicación o resta de todos esos detalles y porque al fin y al cabo, yo no vendo nada y no necesito el uso de las predicciones sobre el gusto del público.
Y si tuviera una tienda o un supermercado, puede ser que me interesara si se vende más el jabón de Lagarto que el de la Toja y que es posible y en base a las predicciones estadísticas, que el año que viene triunfen las ofertas conjuntas de Compresas con un Red Bull (y ahora permitidme un chiste demasiado fácil: ¿y que tienen en común?, que los dos tienen o te dan alas y ja, ja, já...y menuda tontería). Y perdón por éste inciso tan estúpido, pero por un momento me sentí atrapado por la estupidez y en ese lapsus se me ha ido todo mi razonamiento al carajo. Bueno y para concluir, no me interesa el número de los que me lean, bueno sí un poco, por lo menos me interesa que tenga un número suficiente para cubrir el expediente y que así me anime, querido público, para seguir escribiendo. Al final, me puse pelotas y se me fue la vena cariñosa hacia mi querido público.
Porque vamos a ver, a mi que carallo me importa que me lean desde la Luna y porque en su última aventura espacial allí se quedó un astronauta colgado y porque iba fumado y es que a mi lo que me importa no tiene nada que ver con éstas estadísticas y a saber: a mi lo que me importa es que si ese día la Luna está preciosa y ese astronauta está en el medio de un precioso cráter o se la está cascando con una roca volcánica, vamos lo que yo quiero decir, es que me encantan los bellos y grandes detalles y los pequeños también, pero no me interesa la suma, multiplicación o resta de todos esos detalles y porque al fin y al cabo, yo no vendo nada y no necesito el uso de las predicciones sobre el gusto del público.
Y si tuviera una tienda o un supermercado, puede ser que me interesara si se vende más el jabón de Lagarto que el de la Toja y que es posible y en base a las predicciones estadísticas, que el año que viene triunfen las ofertas conjuntas de Compresas con un Red Bull (y ahora permitidme un chiste demasiado fácil: ¿y que tienen en común?, que los dos tienen o te dan alas y ja, ja, já...y menuda tontería). Y perdón por éste inciso tan estúpido, pero por un momento me sentí atrapado por la estupidez y en ese lapsus se me ha ido todo mi razonamiento al carajo. Bueno y para concluir, no me interesa el número de los que me lean, bueno sí un poco, por lo menos me interesa que tenga un número suficiente para cubrir el expediente y que así me anime, querido público, para seguir escribiendo. Al final, me puse pelotas y se me fue la vena cariñosa hacia mi querido público.
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