¡¡¡NO TIENE PRECIO!!!

Yo me acuerdo que en mis tiempos jóvenes, cuando subía y me encaramaba a un pino, lo hacía con soltura y desparpajo y porque me encantaba trepar, pero cuando estaba en la copa pensaba: y ahora como lo bajo y porque me voy a matar. Y lo que quiero decir con ésta anécdota de mierda, es que es más fácil subir que bajar. Subir es fácil, tú subes y subes y el único truco que tiene el subir, es el no mirar para abajo y para que no te entre el vértigo asesino, pero para bajar tienes que mirar para abajo por cojones y porque no te queda otro remedio. Pues lo mismo nos pasa a nosotros en la vida y subimos y subimos y nos creemos los amos de la tierra y hay momentos que nos lo creemos tanto que hasta nos sentimos semidioses y en mi caso, hay segundos, en que me considero a la altura de Dios o de Alá y su profeta.

Bueno mi caso es muy particular y no es apto para menores. Pero lo que si es verdad, es que el dicho ese que dice que: "todo lo que sube, baja", es demasiado real. Aunque hay brillantes excepciones y a lo mejor cuando estás tocando el cielo, viene una mala y muy mala noticia y entonces piensas que se te jodió todo el embrujo, pero no siempre es así y porque lo normal y humano es que si te dan una muy mala noticia, es que te quedes jodido, pero jodido no es quedarse deprimido, ni hecho polvo y sin levantar cabeza. Como también se dice, te quedas tocado y herido, pero las cicatrices per se, tienden a curar.

Y yo, como conozco el estado depresivo y porque lo padecí durante un tiempo, sé de lo que hablo. Y por ejemplo ahora sé que dado mi estado actual y mis circunstancias, a mi no me derrumba ni Dios bendito, ni el Papa en su papamóvil, ni Alá cabalgando en su caballo blanco, ni el zen, ni el karma, ni las pilas bautismales y es que tengo a mi alma con seguro a todo riesgo y si se me jode la mía, de inmediato me ponen una nueva y reluciente y eso señores y señoras, ¡¡¡no tiene precio!!!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR