Pues después de un largo desayuno y de hablar de cosas siempre importantes y porque las cosas son importantes sí para ti son importantes y lo que piensen los demás, no me da igual, pero casi...y claro, siempre depende de quién te lo diga y el como te lo diga y en que momento y si es a su hora y si estás en ese momento para ese tipo de historias. Como se ve, hay múltiples factores que determinan que tú prestes más o menos atención a lo que te están diciendo y por eso es tan difícil que se coincida en el mismo momento y en el tiempo y en el espacio. De todas formas, cuando uno se pone a explicar un tema, no puede, ni debe, darle tantas vueltas y si el contrario no te presta la atención que se requiere, pues te lo explicas a ti mismo y al cuello de tu camisa y al otro, que le vayan dando...
¡¡Joder!!, si nos ponemos a esperar a que todos estemos en el mismo momento y en el tiempo y en el espacio, ya ni hablaríamos y porque es imposible y ahí, es donde tienes que demostrar tu arte o sea, tienes que saber enganchar a la otra persona, por lo menos ponerle todas las facilidades a su servicio y si ella no quiere...pues lo dicho anteriormente, ¡que le vayan dando!. Y en el fondo todo depende de la persona que tienes enfrente y porque si merece la pena, tu deber como ser humano es deshacerte en explicaciones....
Pero bueno, eso se ve pronto y se ve rápidamente si esa persona merece la pena y se ve en sus gestos, en sus rictus, en su sonrisa, en sus ojos, en sus comentarios y sobre todo, se ve en su mirada, porque a veces no llega con las palabras y en cambio, su mirada lo dice todo. Claro que a éstas alturas ya no soporto el hablar por hablar, el hablar dando vueltas y más vueltas y cuando todo se podía decir en dos hermosas palabras y porque ahora, estoy dominado por mi IMPACIENCIA y quizás por eso, no soporto a los PLASTAS insistentes y repetitivos.
¡¡Joder!!, si nos ponemos a esperar a que todos estemos en el mismo momento y en el tiempo y en el espacio, ya ni hablaríamos y porque es imposible y ahí, es donde tienes que demostrar tu arte o sea, tienes que saber enganchar a la otra persona, por lo menos ponerle todas las facilidades a su servicio y si ella no quiere...pues lo dicho anteriormente, ¡que le vayan dando!. Y en el fondo todo depende de la persona que tienes enfrente y porque si merece la pena, tu deber como ser humano es deshacerte en explicaciones....
Pero bueno, eso se ve pronto y se ve rápidamente si esa persona merece la pena y se ve en sus gestos, en sus rictus, en su sonrisa, en sus ojos, en sus comentarios y sobre todo, se ve en su mirada, porque a veces no llega con las palabras y en cambio, su mirada lo dice todo. Claro que a éstas alturas ya no soporto el hablar por hablar, el hablar dando vueltas y más vueltas y cuando todo se podía decir en dos hermosas palabras y porque ahora, estoy dominado por mi IMPACIENCIA y quizás por eso, no soporto a los PLASTAS insistentes y repetitivos.
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